El Sevilla ha cerrado definitivamente el fichaje de Alberto Botía, el hombre que necesitaba el equipo para reforzar el centro de la zaga, una de las posiciones más criticadas en los últimos años y que durante la pretemporada ha vuelto a acusar síntomas de endeblez y de ser muy poco fiable.
Finalmente, y aunque desde las altas esferas nervionenses se deslizó hace unos días que no se pretendía hacer más incorporaciones, la dirección deportiva se ha movido ágilmente para hacerse con los servicios del murciano, uno de los hombres más pretendidos del mercado veraniego nacional.
El zaguero proviene del Sporting de Gijón y llegó en la mañana de ayer a Sevilla para, al mediodía, pasar el reconocimiento médico en las instalaciones de Fremap en el polígono Calonge. Tras superar las pruebas, el futbolista estuvo por la tarde en los despachos del estadio Ramón Sánchez-Pizjuán ultimando los términos de su contrato con la entidad nervionense.
Botía llega como cedido por parte del fondo de inversión Doyen Group, grupo con el que el Sevilla ya ha negociado las llegadas de Babá y Kondogbia y que ha pagado tres millones de euros por el central. Los términos del acuerdo estipulan que el Sevilla sólo tendrá que hacerse cargo de la ficha durante la primera temporada, estableciendo una opción de compra a ejercer el próximo verano en el caso de que el central convenza a los técnicos.
Formado en la cantera del Barcelona -que reclama el 30% del montante del traspaso-, Botía es uno de los defensas más prometedores del país. No en vano formó parte de la selección olímpica que regresó hace unos días de Londres y ha sido convocado con la absoluta. Durante el verano, ha sonado para muchos clubes de prestigio como el Valencia, el Atlético de Madrid o el Benfica luso, pero finalmente ha sido el Sevilla el que se ha llevado el gato al agua.
Su trayectoria. Alberto Botía -nacido en la localidad murciana de Alquerías hace 23 años- comenzó a jugar al fútbol en el CD Beniel, para pasar al Real Murcia con sólo once años. Tres años después se marchó a La Masía, debutando en el filial azulgrana en la campaña 2005/06.
Llegó a ser convocado con el primer equipo para la final de la Champions League que ganó el Barça en 2009 al Manchester United en Roma, pero su debut no tuvo lugar hasta la última jornada de Liga de esa misma temporada en el estadio de Riazor ante el Deportivo de la Coruña.
El verano siguiente fue cedido al Sporting de Gijón y con su juego convenció a los técnicos del club asturiano, que consiguió su traspaso en 2010, reservándose el Barcelona una opción de recompra. El futbolista firmó por cuatro temporadas, pero el descenso de categoría ha obligado al equipo gijonés a soltar lastre. En este tiempo, el zaguero ha jugado 88 partidos como sportinguista, cuatro de ellos de Copa del Rey. En ese tiempo ha conseguido dos goles y ha sido expulsado sólo en una ocasión.
Botía, de 187 centímetros de altura, también ha sido pieza clave en los últimos éxitos de las categorías inferiores de la selección española. Ha sido medalla de oro en los Juegos del Mediterráneo de Pescara 2009 y campeón del Europeo sub 21 celebrado en 2011. En agosto del año pasado fue convocado por Del Bosque para la absoluta, pero no llegó a debutar.
