Caja Granada le dio ayer la espalda a la gran caja andaluza. El consejo de administración aprobó por unanimidad el contrato de integración con Caja Murcia, Caixa Penedès y Sa Nostra para formar una fusión fría o Sistema Institucional de Protección (SIP). Los cuatro presidentes firmarán hoy el contrato en Madrid en la sede de la Confederación Española de Cajas de Ahorros, confirmaron fuentes de la entidad.
A pesar de que PSOE, PP, CCOO y UGT tienen representación en el consejo de administración de Caja Granada, y de que hasta ayer mismo los dirigentes sindicales y los líderes políticos andaluces les han instado a rectificar la hoja de ruta de la entidad granadina, en el consejo no se ha producido ninguna grieta, ninguna disidencia al plan de fusionarse con las cajas del arco mediterráneo. Fuentes de la entidad aseguraron ayer a este periódico que "la firma del contrato" ya era "irreversible". Pero todavía falta que la decisión del consejo sea refrendada por la asamblea, y que la Consejería de Economía dé el visto bueno a la fusión fría (la Junta reformó la Ley de Cajas para reservarse ese derecho de veto). Pero eso no ocurrirá hasta septiembre, y entre tanto, el Gobierno andaluz espera que la fusión entre Unicaja y Cajasol prospere, y que juntas puedan ofrecerle una alternativa a Caja Granada que la desvincule de su fusión con las cajas del Levante.
Estas cuatro entidades suman 72.105 millones de euros en activos y requerirán 915 millones de euros de ayudas del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). El nombre que tendrá la sociedad central, que adoptará la forma jurídica de banco, con sede en Madrid, es Mare Nostrum. La sociedad central estará participada en un 39% por CajaMurcia; en un 27% por Caixa Penedès; un 19,5% por CajaGranada y un 14,5% por Sa Nostra, informa Europa Press.
Profesionalizar. La fusión fría de Caja Granada cuajó ayer pasadas las 22.30 de la noche. Horas antes, el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, se había reunido en Málaga con el secretario general de UGT-A, Manuel Pastrana, y su homólogo de CCOO, Francisco Carbonero. Los dos salieron del encuentro suscribiendo la misma fórmula que tiene Griñán en mente sobre la gran caja que refuerce el sistema financiero andaluz: la fusión fría de las dos más potentes: Unicaja y Cajasol, la puja conjunta por Cajasur, y la incorporación final de Caja Granada. Pastrana y Carbonero fueron los que lanzaron el último aviso para intentar retener a lacuarta pieza del puzle, advirtiendo que la fusión fría de Caja Granada era "un error de futuro" y "una decisión equivocada".
A pesar de todo, la posición de Caja Granada no es sorprendente. El consejero de Economía, Antonio Ávila, reconoció que "sin una alternativa" a la fusión fría, era "lógico" que la entidad granadina siguiera con sus planes. Y el PSOE ya lo había vaticinado y el martes señaló que esta entidad "no es fundamental para la gran caja".
Sí coincidieron los dos líderes sindicales en que se deben dejar de lado los "localismos" para lograr la gran caja. Por eso, tanto Pastrana como Carbonero resaltaron el "valor de Málaga" en el sistema financiero andaluz, pero también señalaron que no se ha hablado sobre la sede de la caja que resultaría de la fusión en la reunión, aunque matizaron que la distribución territorial debe ser "equilibrada". "En ningún caso, UGT va a compartir la idea de que las cajas deben estar dirigidas sólo y exclusivamente por profesionales", dijo Pastrana. "Si lo que se pretende es bancalizar, no lo vamos a apoyar", recalcó.
