Carles Santos (Vinaroz, 1940), galardonado ayer con el Premio Nacional de la Música en la modalidad de Composición, aseguró que la Cultura es siempre "el último eslabón", y en tiempos de crisis, la "primera víctima".
"Si la cultura estuviera en mis manos, yo daría muchísimas facilidades; me gastaría muchísimo dinero en la cultura porque entonces la convivencia es más fácil", advirtió este artista valenciano, quien se trasladó a EEUU en 1968, donde trabajó con numerosas personalidades de la vanguardia musical americana.
De ellos, bebió la mezcla de culturas y géneros, que Santos ha traslado a todas sus composiciones. En este sentido, para este arista multifacético, que trabaja como pianista, compositor, pintor, escultor y performista, el teatro y también la música, permiten al espectador "vivir ciertas fantasías inconfesables".
A este respecto, Santos reconoció que la cultura ha ganado un "público nuevo" en estos últimos años, unos espectadores "que se informan y desean que les sorprendan y eso permite que una obra de este tipo permanezca tres o cuatro semanas en cartel en las grandes ciudades". "Cuando antes con cosas singulares o nuevas era difícil tener público", alegó el premiado.
Asimismo, declaró que los políticos "puros y duros" se interesan muy poco por la cultura, e indicó que cuando "hablan ya se les nota que no les apasiona".
José Luis Temes obtuvo el Nacional de Música en la modalidad de Interpretación.