La puesta en marcha de la línea 1 del Metro de Sevilla tiene de nuevo en alerta a la plantilla de Casal, tras las agitadas negociaciones de la pasada primavera. La voz de alarma la dio ayer el propio gerente, Luis Martín, quien apuntó que la reducción de usuarios de la línea entre Montequinto, en Dos Hermanas, y Sevilla (M-130) puede llegar al 80%.
La Agrupación Sindical de Conductores (ASC) anunció que va a analizar con la dirección de Casal y con la patronal Fandabús (Federación Andaluza Empresarial de Transporte) el "impacto" que sobre las líneas de autobuses del área metropolitana va a tener la puesta en marcha del suburbano en los próximos meses.
Javier Marque, portavoz de la ASC en la empresa Casal, que explota la M-130, declaró ayer a la agencia Efe que "hay preocupación" entre la plantilla de conductores y auxiliares de la concesionaria por la posible reducción de viajeros que sufrirán como consecuencia del funcionamiento del Metro de Sevilla, algo previsto, como muy pronto, para finales de enero del año que viene, tras los problemas en el trazado que obligaron a renunciar al 20 de diciembre como fecha de inauguración.
En este sentido, señaló que nadie de la empresa ni de la patronal ofrece "cifras exactas" de la merma de viajeros en el servicio, por lo que el sindicato pedirá a la concesionaria que dé "datos concretos" sobre la presumible reducción de usuarios para analizar "cuál va ser el futuro de líneas como las de Montequinto, Mairena del Aljarafe o San Juan de Aznalfarache, estas dos últimas gestionadas por la empresa Tranvías de Sevilla, las más afectadas" por el suburbano.
El sindicato, sin embargo, va a pedir esta reunión con la empresa, debido a que el gerente aseguró en fechas recientes que la reducción de usuarios de la M-130 podría alcanzar el 80% cuando entre en funcionamiento el Metro de Sevilla.
Conexión. Ésta no será la única línea de Casal afectada los próximos meses por la puesta en funcionamiento del nuevo medio de transporte. La ASC adelantó también que el Metro de Sevilla afectará al servicio que enlaza el campus de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) con Montequinto y la capital hispalense.
Pese a que desde Fandabús calculan en un 80% la disminución de usuarios de los autobuses en poblaciones con estación del suburbano, el delegado sindical de la ASC avisó: "No queremos ni oír la palabra despidos". Por ello instó a la empresa a "ofrecer alternativas dignas a los trabajadores" en el caso de que la explotación de líneas como la mencionada se torne "insostenible". En cualquier caso, desde Casal negaron que vaya a haber despidos por la entrada en funcionamiento del suburbano.
Este temor es lógico si se tiene en cuenta que apenas hace cuatro meses que los trabajadores alcanzaron un pacto con la empresa para mejorar sus condiciones, tanto en seguridad laboral como en sus sueldos, después de varios meses de huelga y negociaciones que concluyeron el pasado mes de julio.