Los doce delegados de Cerro-Amate y los 14 de Macarena se repartieron según el guión previsto. De dos de las agrupaciones más grandes de la provincia, el sector afín a Susana Díaz, saldrá levemente más reforzado que en procesos como el de hace cuatro años fruto de los acuerdos negociados con base en lo ocurrido en el último congreso federal. En Macarena, Manuel Llorente encabezará las dos listas pero cederá ocho puestos a Carmelo Gómez en la convocatoria extraordinaria y nueve en la ordinaria, un acuerdo que, sin embargo, no impidió que en una breve asamblea se rechazara la gestión de la dirección regional del PSOE encabezada por Susana Díaz.
En Cerro-Amate, sin embargo, el acuerdo fue más repartido. Cuatro delegados para cada una de las corrientes: los afines a Susana Díaz de Sergio Cebolla; los críticos de Juan Manuel Flores y los de José Caballos. El balance de gestión del PSOE-A quedó en tablas, la mitad a favor, la mitad en contra. Pino Montano se cerró también tras un pacto: cuatro delegados para los críticos y uno para los oficialistas en el extraordinario y una proporción de tres a dos en el ordinario que decidirá al nuevo secretario provincial. Y sin reparto concluyó San Jerónimo con los cinco delegados en la misma postura que su secretario general, Evaristo Troya. El pulso sí marcó Casco Antiguo que acabó con un reparto de delegados. La lista de Bernardo Bueno, Juan Espadas, Blas Ballesteros y Nieves Hernández -que se quedó fuera- obtuvo el 62% y la encabezada por los caballistas, liderados por Mercedes Gordillo, junto a Bases en Red, el 38% y cinco de los 14 delegados.
