El Instituto de Enseñanza Secundaria (IES) Cervantes es un histórico de Camas. Lleva funcionando como tal desde finales de los años 90 del siglo pasado y, anteriormente, lo hizo como colegio desde los 60. Pero eso poco importa ya: el próximo curso cerrará sus puertas ante la falta de matriculados.
Hoy día hay algo más de 160 alumnos para un centro escolar con capacidad para unos 220. Se trata de un número insuficiente, según la Delegación Provincial de Educación, que recientemente confirmó el cierre del mismo. La única resistencia procede de los padres de los alumnos y del profesorado, con cartas a Educación en las que muestran su disconformidad con la decisión.
No es que a Camas le sobren institutos. Para una población de más de 25.000 habitantes hay dos institutos más, el Tartessos y el Camas. Los motivos del reducido alumnado hay que buscarlos, según Alfonso Vargas Machuca, el actual jefe de estudios del Cervantes, en una cuestión de imagen que el centro escolar arrastra desde que era colegio y en "una mala zonificación". Los niños de la barriada ni siquiera estudian en él, porque el colegio en el que comienzan su formación está adscrito al Camas.
En la misma línea, expone que "a los niños del colegio El Carambolo los adscriben a Castilleja de la Cuesta y a los de Coca de la Piñera los mandan al Néstor Almendros de Tomares, con lo cual la propia población de Camas no los atiende".
Otro motivo, al que apunta el jefe de estudios para la falta de estudiantes en el Cervantes, es la imagen "equivocada" que rodea al instituto. Sobre este aspecto, la edil de Educación del municipio, Amparo Hidalgo, sostiene que "el instituto Cervantes es un centro escolar digno, con profesores dedicados al 100% a la enseñanza". Igualmente, subraya: "Desde la concejalía estamos haciendo todo lo posible para consensuar una solución que beneficie a todos".
Por su parte, Mercedes Aguilar, miembro de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) y con dos hijas que estudian en el Cervantes, destaca la falta de problemas en el instituto. "Como es un centro escolar con pocos niños, la atención es más personalizada", resalta. El jefe de estudio lo corrobora: "Hay niños con problemas cuya situación se agravaría en un instituto masificado". Para concluir: "Lo pagan los más débiles, los que tienen más necesidad de ser atendidos de forma individualiza, pero, en lugar de invertir en este tipo de formación, se corta por lo sano".
