En el siglo XII las imágenes de San Pedro y San Pablo monopolizaban las chapas. Y en la década de los 60 del pasado siglo un John Lennon adicto a ellas convirtió este pequeño objeto en todo un fenómeno juvenil.
Desde entonces las chapas se han venido utilizando para reclamar una personalidad propia y para afianzar la ideología. "Vivimos en una sociedad en la que todos compramos la ropa en las mismas tiendas y necesitamos comunicar a los demás que tenemos unas ideas propias". Así lo afirma Mister Chapa, a la sazón, el sevillano Pablo Vallejo, diseñador gráfico, y experto comadrón de chapas, como lo demuestra su web Yosoytuchapa.com. Las hay para todos los gustos, desde quienes quieren reivindicar el ser hippie a los que prefieren emplearlas para, por poner un caso, mostrar su malestar o su aprobación hacia las Setas de la Encarnación. "Es uno de los medios publicitarios más baratos que existen y además casi todo el mundo tiene un lugar en su ropa para una chapa", asegura.
Y aunque la crisis también halla afectado a este especializado mercado, Pablo Vallejo confiesa que ahora mismo le supone casi el 50% de su trabajo. "Por Internet llegan pedidos de chapas de los lugares más insospechados", dice. Ya sea para un acto publicitario o para una ONG, el mundo de las chapas no tiene límites: "También hago un servicio de chapas personalizadas que mucha gente las utiliza para regalarlas en sus bodas".Desde el punto de vista de la salud, nadie podrá objetar que parece mucho más saludable cambiar el tradicional puro por una inocua chapa.
No obstante, Pablo no está solo en su cruzada comercial por las chapas. Un rápido vistazo a la Red nos permite descubrir que su competencia es dura: Mil Chapitas, Chapas sin fronteras, Chapas a tutiplen y No me des la chapa son nada más que algunas de las empresas especializadas que las fabrican en España."El mercado pone a cada uno en su sitio", afirma el chapero sevillano [y si usted, lector, lleva pequeños trozos de plástico circular enganchados con un imperdible a la ropa también es chapero. No se ofenda] muy confiado en la calidad de su producto.
Francotirador de las chapas, a su despacho han llegado encargos con lemas en vasco y en catalán cuyo significado no ha entendido. También las ha hecho con consignas políticas, "que no son precisamente las más agradables de fabricar si uno no está de acuerdo con ellas"."Empecé a trabajar en ésto hace cuatro años, y actualmente llevo un año consagrado a ellas". Poseído por las chapas, tiene una para que estado de ánimo, para cada grupo musical, para cada afición, para cada equipo de fútbol, para cada freaky. Tiene una para todos.
DE UTILIDAD
Qué: Vuelven las chapas. Puede encargarlas en la web www.yosoytuchapa.com.
Cuánto: 100 chapas/40 euros. No existe un pedido mínimo. Cada una viene a costar entre 40 y 60 céntimos. El material es siempre el mismo: impresiones en laser a color. Hasta ahora el pedido más grande que ha despachado ascendía a 1.000 unidades.
Más: Las chapas, o button badges en inglés, son insignias hechas de plástico o metal, normalmente circulares, cuyo diámetro varía de los 25 a los 75 milímetros. Generalmente llevan un alfiler en la parte posterior para sujetarlas, en sitio visible al atuendo, ya sea la solapa del abrigo o la mochila.