Cimientos para la construcción

Instan a la Junta a concretar medidas como la mesa de la construcción y a acometer cambios, como recuperar la inversión en obra pública y los proyectos de cofinanciación

el 25 ene 2014 / 23:30 h.

En Andalucía hay más de 700.000 viviendas vacías En Andalucía hay más de 700.000 viviendas vacías El anuncio de la presidenta de la Junta, Susana Díaz, en el Parlamento de “rescatar” la construcción para salvar el empleo es una música que, de momento, a todos les suena bien. Ninguna voz se opone a recuperar un sector que acapara a la mitad de los parados andaluces con la sostenibilidad como bandera, sin repetir errores del pasado, pero las partes implicadas ponen en cuarentena el anuncio de Díaz hasta ver en qué se concreta. Y no solo eso. Patronal y sindicatos –que tradicionalmente negocian con la Junta las políticas de vivienda– consideran que el nuevo discurso de la presidenta andaluza no casa ni concuerda con la estrategia que mantiene IU en la Consejería de Fomento y Vivienda. El departamento de Elena Cortés ha elaborado un plan para los próximos cuatro años sin rastro de las políticas del pasado que no contenta a empresarios ni a UGT y CCOO y se ha cargado, entre otras cosas, la colaboración público privada en la financiación de las grandes obras. Restituirla y recuperar la inversión de la Junta en obra pública (que ha caído un 48% en crisis) son algunas de las demandas que la patronal planteará en la futura mesa de la construcción. Sindicatos y empresarios aplauden, de momento, las palabras de la presidenta. “No suena bien y se lo agradecemos, es lo que llevamos más de cinco años advirtiendo: si no se cuenta con el sector de la construcción, el paro no bajará”, insiste el secretario general de la patronal andaluza de promotores Fadeco, Emilio Corbacho. A su juicio, un “modelo productivo no se puede cambiar de la noche a la mañana” y recuerda que Andalucía ha vivido económicamente muchos años de la construcción y, aunque no se “pueden repetir los errores del pasado”, hay que revitalizar el ladrillo. Pero para eso no solo bastan con “buenas palabras”. Los empresarios demandan a la Junta hechos concretos y una rectificación: exigen al Gobierno andaluz que inyecte dinero a obra pública y retome la cofinanciación que IU ha desterrado. Lo primero que reclaman los sindicatos es presencia en la futura mesa de la construcción. Temen que se reserve solo a empresarios y, mientras se reanuda o no la negociación de la concertación social, no quieren perder la interlocución con la Junta. Lo más importante para las organizaciones sindicales es “reactivar el empleo” en la construcción huyendo de la precariedad. El sector acumula más de 600.000 parados y ha perdido 356.500 empleos directos entre 2007 y 2013, según datos de la Consejería de Economía. “Nosotros hemos mantenido desde hace tiempo el discurso de recuperar la construcción pero sin especulación. No es el demonio”, asegura Nuria López, de CCOO-A. UGT-A coincide en ese planteamiento: “Hay que volver a retomar la construcción pero con mucho control”, reitera la secretaria general, Carmen Castilla. Pero ambas organizaciones ven “falta de sintonía” entre el anuncio de la presidenta y la forma de actuar de IU en Fomento y Vivienda. “El discurso de Susana Díaz no casa con el borrador del nuevo Plan de Vivienda y Rehabilitación, que obvia elementos clave para recuperar el sector”, apunta Nuria López. “PSOE e IU son socios de gobierno y supongo que habrán consensuado esta estrategia, pero van a tener que cambiar el plan de vivienda”, advierte Castilla. La secretaria general de Vivienda, Amanda Meyer, niega que haya una incoherencia en los discursos. “Ambos casan totalmente. La presidenta ha recogido las políticas que estamos llevando a cabo desde la consejería. Hay que reconvertir el sector, que es la causa fundamental de la crisis, a través de la rehabilitación, autoconstrucción y  las políticas de ciudad”, sostiene. El plan que tiene el sello de IU supone un cambio radical respecto a las políticas de vivienda desarrolladas por el PSOE que, desde la federación de izquierda, consideran absolutamente fracasadas. Los pilares son el alquiler, la rehabilitación y la autoconstrucción. Su objetivo es auxiliar a los más necesitados –pieza angular del documento es la actuación frente a los desahucios– y luchar contra la especulación, para lo cual no contempla obra nueva. Meyer recuerda que también el plan estatal elimina la obra nueva. No habrá más grúas hasta no dar salida a las 700.000 viviendas vacías que hay en la comunidad pero este punto lo ven un error tanto empresarios y sindicatos, los primeros porque piensan que así no se reactiva la construcción y los segundos porque tampoco se satisfacen las necesidades de vivienda que sigue habiendo y que se reflejarán en los registros de demandantes y en los planes municipales. Las conversaciones entre Junta y agentes socioeconómicos “no van bien” –admiten todos menos la consejería–, aunque cada parte alude a un motivo. Demandas. Empresarios y sindicatos critican que el borrador del plan no tenga “memoria económica, soporte financiero ni objetivos concretos y cuantificables”. “Durante muchos años la consejería ha vendido humo y ahora queremos que cada acción tenga una financiación clara”, sostiene Corbacho. La consejería aclara que pretenden aprobar el documento en marzo con memoria económica y recuerda que el Presupuesto de 2014 ya concreta la partida para vivienda. La patronal, además, está muy molesta porque, según denuncia, IU ha querido hacer “borrón y cuenta nueva” y no ha cerrado el anterior plan de vivienda, lo que ha dejado “mucho dinero” a deber a constructores “arruinados”. La tensión es tal que algunos promotores de Granada, Sevilla y Almería han pedido a la Fiscalía que investigue el destino dado por la Junta a fondos finalistas del Estado para vivienda protegida.

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