Vídeo: Andrea Yhama / L.C.
Los camiones comenzaron a salir cargados del fondo de la corta de la mina de Cobre las Cruces con calcosina -mineral de donde se extrae el cobre- tras un año de bloqueo de la que es la inversión industrial más importante de Sevilla (630 millones de euros). La mayor mina a cielo abierto de Europa empieza a producir con un permiso provisional.
"Es una de las minas más rentables del mundo", según sus responsables, ya que el cobre encontrado en este yacimiento a caballo entre Gerena, Guillena y Salteras tiene una pureza del 6,2% de media, es decir, 62 kilos de cobre por cada tonelada de mineral. "Con una media de pureza del 0,5% ya se explotan minas, por lo que aquí estamos hablando de seis a 12 veces más rentabilidad, y en algunos puntos alcanza el 14% o el 18%", indicó el consejero delegado de Cobre las Cruces, François Fleury, ayer en el estreno de la maquinaria.
Esta rentabilidad explica por qué los inversores estaban dispuestos a esperar el tiempo que hiciera falta -el yacimiento se descubrió en 1994- y a que se disparara el gasto hasta los 630 millones de euros empleados hasta el momento. Y el lucro cesante por el año de paralización supera los 365 millones de euros.
Las dimensiones de la corta son colosales, con 1.600 metros de un extremo a otro en su diámetro mayor, si bien se irá reponiendo el material una vez extraído el cobre para no agrandar el óvalo indefinidamente. Una veintena de camiones con capacidad para 100 toneladas descienden sin cesar hasta el fondo del agujero para volver cargados.
De la planta saldrá el cobre con una pureza del 99,99% para entrar en un mercado donde se paga actualmente a unos 4.500 dólares (3.200 euros) la tonelada. Todo estaba oculto a 140 metros de profundidad -las exploraciones empezaron en 1992- en este paraje del área metropolitana de Sevilla en el límite de la Franja Pirítica Ibérica, con el que finalmente se hizo esta empresa integrada por la multinacional Inmet (de Canadá), con el 70%, y Leucadia ( EEUU), con el 30%.
Los primeros cátodos -el cobre listo para la industria- saldrán la próxima semana, ya que en el proceso desde que se extrae la calcosina hasta que tiene la apariencia del mineral tal y como lo conocemos dura unos nueve días. La producción empezó ayer con un permiso provisional, ya que tras los problemas registrados en mayo de 2008 por supuestas irregularidades en el manejo del acuífero Niebla-Posadas, que atraviesa el corazón de la mina, el proyecto fue paralizado. De hecho, está pendiente de recibir luz verde para su plan de garantías adicionales para el movimiento del agua, que depende de la Agencia Andaluza del Agua, y mientras no lo tenga sólo está autorizada para un limitado empleo del recurso.
Este yacimiento, que se extiende por 946 hectáreas, está debajo del principal acuífero del área metropolitana, por lo que la empresa debe reinyectar todo el agua subterránea que extraiga para llegar al cobre, sin pérdidas y sin contaminarlo con la veta. Y es que en realidad Cobre las Cruces no usará el agua del acuífero, sólo la tendrá que desplazar, y se nutrirá de la proveniente de la depuradora de San Jerónimo, en Sevilla, mediante canalizaciones que pasan por La Algaba.
"Los vertidos son controlados, depurados y con límites estrictos muy por debajo de la legislación", subrayó el director de aguas, Juan Carlos Baquero. Éste aclaró que, en cuanto al agua del acuífero, el plan pendiente todavía de su aprobación permitirá tratarla hasta "hacerla potable".
No obstante, el nuevo sistema propuesto para depurar este agua reinyecta un 90% del volumen extraído, por lo que la empresa pretende compensar el déficit con el líquido comprado a los regantes del lugar como reserva, un millón de metros cúbicos. "Si no hubiera autorización pensaríamos en otra solución pero esa posibilidad no cabe en mi mente porque mantenemos contactos de gran agilidad con la Junta de Andalucía", aseveró. El agua se reinyectará, una vez potabilizada en dos plantas de osmosis inversa, a 800 metros y a dos kilómetros de distancia de donde se sacó. Con ello, el nivel del acuífero no variará ya que la mayor parte se reinyectará tras su tratamiento y la poca que se pierda se compensará con la de los regantes.
En todo caso, los responsables del proyecto negaron que durante los trabajos de excavación de la corta contaminaran el acuífero -como consta en una denuncia de los ecologistas que investiga la Fiscalía de Sevilla- y confiaron tanto en recibir pronto la luz verde de la Agencia Andaluza del Agua como en que la causa se archive. "Este agua no es potable al estar en contacto directo con el mineral y tener arsénico y otras sustancias, que con este sistema se eliminarán", aclaró. Cuando esté a pleno rendimiento, el sistema moverá entre 160 y 180 litros por segundo.
Por otra parte, el director de la planta, Enrique Delgado, explicó que la extracción del cobre del mineral se hará a través de un tratamiento basado en la hidrometalurgia, "con ventajas que implican un mayor rendimiento técnico, económico y medioambiental". Este método elimina las emisiones a la atmósfera.
En lo que queda de año esperan producir 23.250 toneladas de cobre y facturar 69 millones de euros. Cantidades todavía lejos del objetivo para la vida de la mina, estimada en 15 años, ya que esperan llegar a las 72.000 toneladas anuales y a los 225 millones de euros de facturación. El destino de este cobre está en el mercado nacional (España es el cuarto consumidor de la UE) y producirá un 25% de la demanda. El resto irá a países como Italia, Grecia o Turquía.