Local

Cocina con buena caligrafía

Montblanc (El Porvenir). Bar de reciente apertura en una zona residencial de larga trayectoria gastronómica, ellas pueden seguir con la tradición.

el 26 dic 2014 / 13:00 h.

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LA FICHA

  • Dirección: Avenida de Felipe II, 28, local 8, 41013 Sevilla.
  • Teléfono: 954 871 893 - 620 327 277
  • Horario: De 07:00 a 24:00. Todos los días.
  • Gerente: Susana Reyes Montblanc.
  El equipo del novísimo bar del Porvenir, donde destacan los guisos familiares. / J.C. El equipo del novísimo bar del Porvenir, donde destacan los guisos familiares. / J.C. Todo el equipo de Montblanc es femenino. El negocio abrió el pasado 24 de octubre en el local que ocupaba el primer Espigón, la transformación ha sido total, no solo en decoración y en cocina, sino en la creación de un ambiente familiar donde acuden vecinos del barrio de todas las edades, familias con niños, señoras, en fin, un bar para desayunar, tapear a mediodía, merendar o cenar. Un espacio abierto y claro, con grandes ventanales y mobiliario blanco. Barra, mesas altas al fondo, donde hay una pequeña zona de estar, y mesas, además de una terraza en la acera de la calle, en torno a jardines para que los niños jueguen tranquilamente. En las paredes, las alegres pinturas de Maribel, una chica con Parkinson para la que la venta de las pinturas también supone una labor social. Además de la cuantiosa carta de tapas, tienen bollería, helados y postres caseros, además de miguelitos y piononos de Santa Fe. Todo se hace en la casa, cocina tradicional a cargo de la hermana de Susana, la encargada del negocio, Rosa María, formada en la cocina tradicional utrerana, zona de origen familiar, que muestra una magnífica mano para la cocina, especialmente los guisos, verdadera especialidad de la casa, platos que salen de una cocina impoluta y ordenada. También tienen carta para llevar a casa, con tres tamaños de recipientes. Fría y bien tirada la cerveza se sirve en tres tamaños: caña, tubo y vaso de sidra. La carta de vinos tiene buenas referencias, aunque sobresalen los riojas de crianza de corte clásico, aunque están preparando unas pizarras para ir introduciendo vinos andaluces. Ribera de Duero está bien representada, con un siempre rico Finca Resalso, o un Monteabellón Tempranillo (2,25 euros/copa), que nos acompañó en los guisos y resultó un tinto correcto, con sus cinco meses de barrica que le dan una cremosidad muy equilibrada con la fruta. De izda. a dcha.: Revuelto de bacalao, Cola de toro y Manitas de cerdo. De izda. a dcha.: Revuelto de bacalao, Cola de toro y Manitas de cerdo. En blancos hay ruedas y albariños y, gracias a Dios, encontramos una carta de vinos donde aparecen rosados, además con alguna etiqueta tan apetecible como el Enate Rosado. Tienen trago largo, para amenizar las tardes de sobremesa, ya que el horario es continuo desde la mañana hasta el cierre por la noche. Comentábamos que la lista de tapas es bastante amplia y que todo se elabora en fresco en la cocina del local, incluso salsas y mermeladas. Hay propuestas fuera de carta, como la impresionante tortilla de patatas que sacan de vez en cuando o un delicado revuelto de bacalao (5,50 euros), presentado en timbal con una rebanada de pan perfectamente frita, patatas pajas caseras, bacalao desmigado y huevo que resultan un plato jugoso y ligero de sabor suave. El tamaño de la tapa es para compartir. El cestillo viene con un pan que calientan en la tostadora y roscos tradicionales, lo cobran, al igual que las aceitunas y los altramuces. Para acompañar las tapas nos decidimos por un Basagoiti (2,50 euros/copa), de lo menos convencional de la carta, un buen rioja, carnoso, redondo y con un toque adecuado de modernidad. Pero la gran sorpresa vino con sus ya populares manitas de cerdo (2,80 euros), esto es lo suyo desde luego, la cocina tradicional, que ejecuta Rosa María con exquisita pulcritud, con buenos puntos de sazón y suficientemente especiada, incluso dando la impresión de que platos tan grasos como las manitas, o la cola de toro, no lo son tanto. Las manitas presentan una magnífica textura con su rica gelatinosidad. Así mismo la cola de Toro (3,80 euros), está gustosa y con buen punto de sazón y condimentos, separándose fácil del hueso, una vez más, las patatas de acompañamiento perfectas, en cada tapa que aparecen, ya sean las pajas del revuelto de bacalao, las de los platos guisados o las chips caseras que acompañaban una tapa de croquetas de espinacas (2,50 euros) más bien olvidables, donde merecía la pena comerse las patatas. En la carta también aparecen tapas frías, fritos, preparaciones a la plancha, revueltos y montaditos, estos todos a 2,50 euros, casi todo elegir tapa o plato. Y para terminar postres caseros, como tocino de cielo de generosa porción, de textura consistente y muy rico sabor, imposible no comérselo entero. Montblanc tiene recursos para escribir, perdonen el chiste fácil, muy buenos renglones en el cuaderno de la gastronomía local.

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