Segunda cofradía de barrio de la mañana y segundo fiasco. En el Tiro de Línea Santa Genoveva supo pronto que iba a quedarse en su parroquia. La lluvia no cesaba en el exterior y para cuando lo hizo ya era tarde. Pero no hubo error ni mala suerte en su opción. La tarde acabaría por demostrar que el de ayer era un Lunes Santo para el olvido.
El hermano mayor, Francisco Javier Bonilla, confirmó desde el altar lo que todos sabían y nadie quería aceptar. Y tuvo especiales palabras para los numerosos niños que, vestidos de nazareno, lloraban a lágrima tendida:"No lloréis, no lloréis, tenéis por delante muchas más Semanas Santas que nosotros". Y de algo sirvieron sus palabras.
En el exterior la Banda de Cornetas y Tambores Nuestro Padre Jesús Cautivo no cesó de tocar. Y los ánimos eran muchos, aunque lo que todos esperaban no pudo ser. En el interior, los nazarenos rezaron ante sus titulares: Nuestro Padre Jesús Cautivo en el abandono de sus discípulos y Nuestra Señora de las Mercedes. Luego las puertas de la Parroquia de Santa Genoveva se abrieron para recibir al barrio entero, ese que jamás les falla en ninguna de las circunstancias posibles. Por la noche, los hermanos regresaron al templo para realizar un Via Crucis interno, un sencillo sucedáneo de lo que debía ser la jornada. También un ejemplo de que, en cualquiera de los casos, la estación de penitencia siempre debe llevarse dentro.
