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Crecer a pesar de todo

Previa. El Betis recibe al Alavés con el objetivo de ser al fin fiable, ganar y acercarse al ascenso directo en una jornada propicia. Velázquez cita a Varela y descarta a Casado.

el 23 nov 2014 / 10:22 h.

Varela (izquierda), ayer, ayuda a llevar una portería junto a otros compañeros muy sonrientes, como Rubén (derecha). / Foto: Manuel Gómez Varela (izquierda), ayer, ayuda a llevar una portería junto a otros compañeros muy sonrientes, como Rubén (derecha). / Foto: Manuel Gómez Ya que es imposible, o eso parece, que consiga dos victorias consecutivas, al menos el Betis tratará hoy de acumular ante el Alavés su tercera jornada seguida sin perder y un siete de nueve puntos en este miniparcial. El registro es mejorable, por supuesto, pero visto lo visto da la impresión de que no es mal ritmo para que los verdiblancos regresen más pronto que tarde a la vera de los puestos de ascenso directo. La prueba es que el conjunto de Julio Velázquez, aun marchando a trompicones, está en los puestos de play off. Se ha asentado allí gracias a una cierta mejoría en su fútbol, aunque con dos matices: por un lado, el listón estaba tan bajo que subirlo era la opción más sencilla posible; por otro, el Betis sigue siendo el paradigma de la irregularidad y la falta de fiabilidad, como bien demostró en La Romareda. Esta tarde le toca seguir ahondando en lo primero y corregir lo segundo. Yvencer, claro. Oeso o volverá a ganarse la desconfianza y la hostilidad de los suyos. Si el Betis se sale con la suya, adelantará a la Ponferradina, que ayer empató con el Barça B después de ir perdiendo por 1-3 y 2-4. Es el único escalón que puede subir, pero un triunfo también lo acercaría como mínimo a uno de los tres rivales que copan la cima de la tabla con 26 puntos (Valladolid y Las Palmas se enfrentan entre sí), lo aproximaría al Sporting (tropezó ayer en su campo con el Llagostera) y lo alejaría del Zaragoza (cayó en Soria). La jornada, por tanto, vuelve a ser propicia. El problema es como tropiece. En ese supuesto, lo normal es que vuelva a alejarse de las dos primeras plazas. En el mejor de los casos permanecería a cinco puntos, una distancia que no es insalvable pero que seguramente agrandaría la inseguridad de Velázquez en el banquillo del Villamarín. El que recibirá al Alavés será un nuevo Betis. No por comportamiento y solvencia, que está por ver, sino por hombres. Hay una baja segura, Jordi por sanción, y dos altas también impepinables:N’Diaye y Dani Ceballos. Además, va convocado Varela y se queda fuera Casado, víctima de sí mismo tras lo ocurrido en Zaragoza, donde no aprovechó la lesión de Álex Martínez para reivindicarse como titular. Los tres citados entrarán en el once, algo garantizado en el caso de los canteranos (Varela porque no hay otro lateral izquierdo en la lista y Ceballos porque merece esa condición) y quizá más incierto en el del francosenegalés, que regresa tras su periplo con su selección. N’Diaye ha sido probado como central en lugar de Jordi, así que el fin de semana puede resultar muy revelador no sólo para Casado, relegado a la grada, sino también para Perquis, en teoría el sustituto natural del central sancionado. Visita el Villamarín un rival que está en medio de una curiosa racha de cuatro empates consecutivos. Su entrenador es Alberto López, aquel portero de la Real Sociedad y el Valladolid. La pasada campaña salvó al Alavés de un descenso que parecía seguro y ahora pelea de nuevo por alejarse del peligro, tres puntos por detrás de ellos después de esta serie de un mes sin ganar ni perder. El equipo albiazul viajó ayer a Sevilla con dos altas, Sangalli y Unai Medina, que vienen de cumplir sanción, pero también con bajas importantes. A Rafa García y Jiri Jarosik, ya lesionados antes, se les unen ahora Laguardia, con una conmoción cerebral tras impactar con un compañero en un entrenamiento, y Manu García. Los vitorianos jugarán con dos laterales en la banda izquierda. El Betis y el Villamarín siguen imponiendo, a pesar de todo.

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