A Cristóforo le quedan aún varios meses de calvario antes de intentar regresar a la práctica del fútbol al más alto nivel, concretamente en torno a cuatro meses. El uruguayo fue operado el pasado mes de enero de nuevo en su rodilla izquierda, pero no pierde la ilusión de triunfar en el Sevilla, donde poco a poco se hacía un hueco cuando se rompió los ligamentos en la temporada pasada. "Es la segunda lesión ya de la rodilla y salir de esta es lo que quiero ahora mismo, ir paso a paso sin ponerme fecha para volver. Intentaré estar y recuperarme lo antes posible pero no me marco un día en concreto", ha explicado a la web futbolcarrasco.com.
El pasado verano, cuando estaba cerca de terminar el primero de sus calvarios, Cristóforo habló con el Sevilla para ver de qué manera se enfocaba su vuelta a los terrenos de juego, si quedándose en Nervión o probando suerte en algún equipo a través de una cesión. "Sí, existía esa opción de que me marchara cedido, pero al final se decidió que era mejor que me quedara", reconoce el centrocampista, que ha visto cómo Cicinho, después de una lesión similar y pese al bajo nivel de sus competidores en el lateral diestro, ha tenido que marcharse a préstamo al Numancia de la Segunda División. "De mi futuro prefiero no hablar, tengo problemas con la rodilla y quiero seguir centrado en recuperarme para estar lo antes posible", insiste Cristóforo.
El jugador sudamericano ha querido dar las gracias a la afición sevillista por todo su apoyo ("Sólo tengo palabras de agradecimiento", indica) y reconoce que tiene un fuerte apoyo en el vestuario en general y en un compañero en particular: "Desde el primer momento en que llegué Nico Pareja fue muy importante para mí, también Diego Perotti. Nico es como mi padre. Tanto yo como mi familia le estamos muy agradecidos por todo lo que está haciendo, me ha ayudado mucho. Es una relación muy linda la que tenemos".
