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Declara el tercer médico imputado por la muerte del indigente polaco

Las dos médicas adjuntas que declararon en noviembre aseguraron que no participaron en el tratamiento ni en el diagnóstico realizado al joven polaco.

el 08 dic 2014 / 13:55 h.

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La juez de Instrucción número 5 de Sevilla ha citado a declarar  como imputado este martes al tercero de los médicos que atendieron a  Piotr Piskozub, el joven polaco que falleció el día 2 de octubre de  2013 en el centro de acogida municipal después de haber sido dado de  alta en el referido centro hospitalario. Fuentes del caso han informado a Europa Press de que, después de  que el pasado mes de noviembre tomara declaración a las otras dos  facultativas imputadas, la juez instructora ha citado este martes a  otro de los médicos imputados, en concreto a un facultativo interno  residente de segundo año en medicina interna. Las dos médicas adjuntas que declararon en noviembre aseguraron  que no participaron en el tratamiento ni en el diagnóstico realizado  al joven polaco, así como que tampoco le practicaron ninguna prueba  ni intervinieron en su exploración. Las facultativas declararon que Piotr "se quería ir" del centro  hospitalario y explicaron que su única intervención consistió en  apoyar al médico residente que declara este martes, quien les  preguntó cómo se derivaba a esta persona a los servicios sociales,  por lo que intervinieron en el "diagnóstico social". El pasado mes de noviembre también declaró ante la juez, aunque en  calidad de testigo, el coordinador de la Unidad de Urgencias del  Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, quien ratificó el informe que  elevó en su día al Juzgado. En este informe, consultado por Europa Press, el coordinador de  Urgencias concluye que el caso del polaco era "un problema de ámbito  social y que lo más acertado en ese momento era, siguiendo el  protocolo establecido, ponerse en contacto" con la Unidad Municipal  de Emergencias Sociales y Exclusión Social. El coordinador de Urgencias, además de ratificar el informe,  subrayó que la atención dispensada al joven polaco "fue exquisita"  por parte de todos los profesionales que lo atendieron, añadiendo que  se siguió el protocolo en todo momento y que "se hizo todo lo que se  tenía que hacer". También dijo que tuvo conocimiento de todas las  pruebas a las que el fallecido fue sometido porque se lo dijo el  médico que directamente se las practicó. La imputación de los tres médicos del Virgen del Rocío se produjo  después de que los forenses concluyeran en un informe elevado al  Juzgado que Piotr, que medía 1,85 centímetros y pesaba 45 kilogramos,  no recibió en el centro hospitalario el tratamiento adecuado a la  "desnutrición severa" y a la "delgadez extrema" que presentaba. El informe forense argumenta que lo "preceptivo" era la  hospitalización de la víctima para "tratar de manera específica la  malnutrición, corregir las carencias, suprimir las anomalías  metabólicas e iniciar la alimentación", y, en segundo lugar, para  "realizar las pruebas complementarias pertinentes para diagnosticar  las posibles situaciones que puedan originar una malnutrición  secundaria, ya que es esta la más frecuente en los adultos". EL INFORME DEL HOSPITAL En su día, el Hospital, a través del coordinador de Urgencias  citado ahora como testigo, emitió un informe en el que relató que el  joven polaco ingresó a las 00,29 horas y "fue inmediatamente  valorado" en la Sala de Triaje por el profesional de enfermería  asignado, quien, como es habitual, lo interrogó sobre el motivo de su  consulta y las molestias que tuviera. No obstante, y según el centro hospitalario, el facultativo "no  obtuvo ninguna demanda asistencial, sino quejas vagas respecto del  abandono sufrido por su grupo de amigos", de manera que "en esas  condiciones" el profesional "identificó el motivo de consulta como  probable problemática social", asignando al paciente a una consulta  donde se encontraba de guardia el facultativo interno residente de  segundo año en medicina interna. Este exploró al joven polaco, que "se encontraba consciente y  orientado en espacio, tiempo y lugar" y que indicó al facultativo "su  nombre, procedencia y que vivía en la calle, que no ingería alimentos  y que bebía alcohol", pero "no expresó sintomatología alguna que  orientara a problema orgánico", pues "lo único que refería es que  deseaba comer y dormir bajo techo". A ello se suma que "presentaba aceptable estado general, estaba  consciente, orientado y colaborador, sin fiebre", mientras que sólo  presentaba una herida superficial en la rodilla izquierda, aunque  dijo que ésta "no le suponía problema y que no experimentaba dolor". SOLO UNA HERIDA EN LA RODILLA            "En esas condiciones, dado que el paciente no tenía queja somática  alguna, ni presentaba signos de proceso en curso que requiriera  atención urgente, y estando plenamente convencido que su problema  fundamental era social", el facultativo consultó con dos médicos  adjuntos del servicio de Urgencias "para solicitar asesoramiento  sobre los recursos sociales a ofertar a esta persona y el manejo de  la herida apreciada en su rodilla izquierda, a pesar de que no se  quejaba de ella". Los médicos adjuntos "tuvieron oportunidad de hablar" con el joven  "y conocer de sus manifestaciones en el sentido de no requerir  atención médica", y de hecho "al tratar de inspeccionar la herida de  la rodilla", el paciente "se enfadó insistiendo en que no tenía  problemas con esa lesión y que sólo requería alimentos y cobijo". En relación a su estado físico, todos los profesionales sanitarios  que intervinieron "manifiestan que estaba delgado, pero no  caquéctico, con peso apreciable superior a los 30 kilos", por lo que  "se concluyó que se trataba de un problema de ámbito social y que lo  más acertado en ese momento era, siguiendo el protocolo establecido,  ponerse en contacto" con la Unidad Municipal de Emergencias Sociales  y Exclusión Social (Umies). EL ALTA     Posteriormente, el joven polaco se trasladó a la sala de espera y,  más tarde, fue trasladado por personal de Umies al centro de atención  municipal, pues "no precisaba de transporte sanitario, ya que  deambulaba sin dificultad", siendo dado de alta a las 2,06 horas del  2 de octubre.

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