Está siendo el centro de la crítica y Vicente Del Bosque la recibe sin cambiar nada de su afable personalidad. Lee y escucha todo. Consciente de que está en uno de los cargos más expuestos a la opinión pública, el de seleccionador, y que nada de lo ya ganado le da un crédito inagotable. "Por mucho que ganemos, siempre habrá alguien que no esté conforme". Parece que le estaban esperando. No ha perdido y ha sido criticado por mil razones. Ninguna le molesta. Son futbolísticas, aunque expone el punto de vista de una persona inalterable. Tenía muchos mensajes por soltar.
-¿Qué balance hace de la fase de grupos?
-Positivo. No hemos tenido ninguna lesión, han trabajado todos muy bien, las buenas relaciones existen, no hay ningún problema en el grupo y el único debate es futbolístico. Estamos abiertos a él. No creo que sea un mal balance. Nos hemos clasificado con siete puntos. Empatamos un partido difícil con Italia, ganamos con comodidad a Irlanda y tuvimos alguna amenaza ante Croacia, pero controlamos bien el partido.
-¿Está dando su verdadero nivel España?
-Creo que estamos en una normalidad positiva. A lo mejor tras el partido del sábado es otro cantar, pero de momento estamos en una situación estupenda, parecida a Sudáfrica.
-¿Qué valor da el cuerpo técnico a las estadísticas de la Eurocopa que lidera España?
-Son datos que pueden contrastar con las opiniones, pero que no se pueden discutir. Estamos bastante bien defensivamente, no hemos concedido muchas ocasiones de gol, hemos jugado con cierta comodidad en medio campo. Puede ser que en cierto momento nos falte profundidad. Siempre tienes la duda de si quitas a uno de los tres medios se va a generar más ocasiones de gol. Puede ser, pero es indemostrable. No nos ha ido mal del todo de esta forma.
-¿Está en el momento de mayor incomprensión como seleccionador?
-No, que va. Quizás traslade seriedad siendo seco en alguna contestación y la gente pensará que estoy enfadado. Entiendo lo que es el fútbol. Sé como van las cosas en estos acontecimientos. No soy un experto pero tampoco un recién llegado al fútbol. Lo conozco. Por mucho que ganemos siempre habrá alguien que no esté conforme con lo que hacemos y decidimos. Es muy fácil, en el fútbol quien ve al mismo jugador con tono positivo le gusta lo bueno que es ese tío, pero el que quiera verle con malos ojos...
-Falta objetividad entonces.
-No estoy enfadado, indignado ni sorprendido. Ni pensando cómo es posible que se metan con nosotros tras haber sido campeones del mundo. No me sorprende. Es algo de esta profesión. Si me sorprendiese no me dedicaría a esto.
-¿Muestra el inconformismo o la poca memoria de muchos?
-Yo creo que pasa en todos los países, no queramos hacernos la víctima porque es un asunto universal. He leído algo de Alemania y Francia con lo que no estaban muy conformes. Ya no te digo de Holanda y otros que se han ido para casa. Es muy difícil que los seleccionadores tengan unanimidad en lo que hacemos. Es imposible. Más aún en España que tenemos un Real Madrid-Barcelona. Los seguidores acérrimos pendientes porque no pueden ver que jueguen con la selección unos del FC Barcelona y al revés. Es imposible contentar a todos. Lo que hace falta es que nosotros ayudemos en esas situaciones, que tengamos buena relación entre los del Madrid y Barcelona, que todos nos sintamos útiles, que tengamos el mismo objetivo y nos aislemos un poco de esas influencias. Hablan del juego de toque o no, que nuestro fútbol se parece al del FC Barcelona pero que es una mierda en la selección.
-Pero hace dos años fue el fútbol el elemento que unió a todo el país.
-Claro que sí pero a lo mejor hay alguna rendija para ese tipo de debates. Yo soy neutral entre Real Madrid y Barcelona, absolutamente neutral. Ha sido una faena que no llegaran a la final de Champions. Lo han merecido porque son los mejores. A nosotros nos dan los dos clubes muchos jugadores y tenemos que utilizarlos bien.
-El nivel de exigencia es tan alto que dio la impresión de que si perdía ante Croacia presentaba la dimisión.
-No, no es así porque tenemos que tener estabilidad todos. Aunque tampoco pasa nada si me voy porque vendrá otro seleccionador que no va a desandar el camino que se ha andado. Igual que yo no he borrado nada del pasado.
-¿Tuvo ante Croacia los momentos de mayor nerviosismo como seleccionador?
-Sabemos que esos partidos en los que tienes el colchón del empate provoca bloqueo. Lo hablamos antes, pero al final va dentro de cada uno. Salimos a ganar pero sabían que empatando no pasaba nada. En eso se cruza una situación, una amenaza que tuvimos de caer eliminados ante una Croacia que tampoco hizo tanto mérito. Vi el partido repetido esa madrugada y no me pareció que estuviéramos tan mal.
-Dispone de 23 titulares pero está rotando poco.
-Es que si rotáramos mucho dirían que no tenemos criterio, que estamos dando bandazos. Si no rotamos y nos mantenemos fiel a un grupo estable es que somos inmovilistas. Es muy difícil acertar. Si hubiésemos dado cancha a muchos, dirían que no tenemos un grupo fijo. Cuando estamos con diez fijos más Cesc o Fernando Torres y es un equipo hecho, dicen que quite un medio centro. Pues puede ser. No digo que no, pero de momento no nos ha ido mal del todo así.
-Esa opción no lo baraja.
-Pues habrá momentos en los que la barajaré durante el partido si necesitamos algo más, pero de inicio no. No quiero llevar la razón ni dar doctrina de nada, pero son torneos cortos que no dan lugar al experimento. Sin embargo dicen que es un experimento lo de Cesc. Que no lo he ensayado. Anda que a Cesc le tengo que decir yo como jugar cuando es de manual lo que hace en el Barcelona.
-La crítica también se ha dirigido hacia Álvaro Arbeloa.
-Pues ha hecho una temporada fantástica en su club. Es de una gran seguridad, se ofrece siempre en ataque y colabora. Está muy bien. Ante Irlanda incluso llegó dos veces a remate. Está cumpliendo con sus labores y estamos muy contentos con él.
-¿Es Francia mejor rival para España que Inglaterra porque querrá el balón?
-Es fuerte. Van a intentar llevar la iniciativa del juego. Tiene jugadores creativos, un centro del campo que trabaja muy bien, un ataque colectivo e individual. Ese Benzema que se desliza cuando coge el balón, ese Nasri que lo lleva con una suavidad increíble o Ribery que es capaz de resolver el partido él solo. Son luchadores. Dos laterales que se sueltan bien y los centrales, a pesar de la baja de Mexes que es importante pero no decisiva. La hemos seguido mucho porque es un fútbol atractivo. Tenemos el Mundial a las puertas y en octubre jugamos ante ellos.
-¿Se acusa convivir con la presión del favoritismo?
-Las expectativas son tan altas que al final si no las cumplimos ya sabemos lo que va a pasar. Aquí hay quince selecciones que van a fracasar y solo va a ganar una. No sé si es un mensaje banal pero todo el mundo quiere ganar, solo la victoria traslada cosas positivas. En mi caso, perdiendo, también trasladaríamos cosas positivas a nuestra juventud. No todo es malo en la derrota.