La Casa Ibarra, uno de los más bellos edificios de Alcalá de Guadaíra, se encuentra desde hace meses en un lamentable estado. La situación del inmueble es tan preocupante que la oposición lanzó esta semana la voz de alarma y exigió al equipo de gobierno (PSOE) que le dé uso para evitar destrozos mayores.
Tras cinco años en manos del Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra, que pagó primero 150.253,03 euros por una opción de compra y un año después, 721.014, continúa sin tener uso. Y eso que fue entregado en buen estado por sus anteriores propietarios, que lo habían sometido incluso a obras de reforma. En este tiempo, debido al vandalismo y a los numerosos robos, sí que se ha tenido que intervenir en varias ocasiones en la casa Ibarra para asegurar su estado de conservación e integridad.
Cabe recordar que a finales del 2008 la casa Ibarra sufrió varios asaltos en los que se sustrajeron numerosos bienes muebles: un piano, un órgano, una obra de arte, griferías, tuberías y alicatados de principios del siglo pasado, entre otros elementos. El temporal de finales de 2009 ayudó a incrementar los daños en los muros de esta edificación.
En la recta final del siglo XIX muchas familias burguesas de Sevilla encontraron en Alcalá de Guadaíra un entorno ideal para vivir tranquilamente. La casa de la familia Ibarra es una muestra de las transformaciones que vivió la ciudad cuando esta burguesía empezó a construir sus magníficas residencias en el municipio. Es uno de los pocos ejemplos de la arquitectura al gusto de la burguesía en Alcalá de Guadaíra. En su día fue comprado con la idea de darle un uso turístico.
