La familia de un joven de 19 años de edad natural de Montellano, identificado como Francisco Javier Romero Leoniza, ha denunciado su desaparición ante la Guardia Civil, ya que en la mañana del sábado abandonó el domicilio familiar "para hacer un recado" y, desde entonces, la familia "no ha vuelto a saber nada" de él", explica su padre, Joaquín Romero. La familia se teme lo peor debido a la relación del muchacho con el mundo de la droga.
De este modo, precisó Romero, en el momento de irse de casa, su hijo, de complexión delgada y 1,75 metros de estatura, llevaba puesto un pantalón vaquero de color claro, un chaleco y unos zapatos de deporte negros. "Si alguien lo ha visto que llame a la Guardia Civil", que se encarga de la investigación. De momento, sin pistas que puedan comunicar sin que entorpezca el resultado de sus pesquisas, indicó un portavoz del instituto armado, que no descarta la hipótesis de un abandono voluntario del hogar paterno.
Al hilo de ello, Romero puso de manifiesto que, tras la desaparición de su hijo, familiares y amigos lo han buscado por las localidades de Puerto Serrano (Cádiz) Alcalá de Guadaíra, Utrera o Morón de la Frontera, además de en la propia Montellano y la capital hispalense, concretamente en el Polígono Sur. Allí los testimonios de quienes suelen ver a su hijo no les han aclarado nada sobre su paradero.
"Mi Francisco tiene problemas con las drogas", explica el padre, por lo que la familia está convencida de que la desaparición está relacionada con ese aspecto. "Aquí ha pasado algo raro, porque desde el sábado no sabemos nada de él y no hay ninguna pista que indique su posible paradero", apostilló.
En este sentido explicó que todas las mañanas este joven se levantaba, desayunaba y se dedicaba a buscar droga en poblaciones cercanas. En Montellano recibía "amenazas y palizas", la última hace dos meses y sobre su hermano de 22 años, "pero dirigida como recado a él", insiste convencido el padre. El hermano del desaparecido acabó, según la familia, con fractura de cráneo. "Creíamos que se nos iba. Estuvo 14 días en el hospital y le quedan lagunas en la memoria".
La historia de Francisco Javier es la historia de un politóxicómano que ha fracasado en varios intentos de rehabilitarse casi desde su infancia, el último en el centro "Los Cantos de Marchena", explica su padre. Una historia en la que no falta el coqueteo con la "pequeña delincuencia" y las consiguientes detenciones, agrega este familiar, que también menciona años de llantos de la madre y sus discusiones con el desaparecido para que sentara cabeza como sí ha hecho su hermano mayor. Su padre sospecha que tras las palizas "y la desaparición" se sitúan robos que su hijo le llegó a confesar. "El último hace dos meses, pero no sé si tiene relación directa con su desaparición o la ha motivado otra cosa".
En este sentido, el padre del desaparecido señaló que el sábado su hijo se despertó, desayunó y, como hacía a diario, en torno a las 9.00 horas, le dijo a la madre que iba a salir "a hacer un recado y volver a los pocos minutos", tras lo que abandonó el inmueble ubicado en Montellano "sin documentación, dinero y sin el teléfono móvil".
No volvió a almorzar ni a cenar. "Y nunca falta de casa un día entero. Si se va a casa de su novia a Morón de la Frontera telefonea para que nos quedemos tranquilos", insiste el progenitor. Según el padre, tampoco tienen noticias de él en casa de la novia. La familia está deseperada porque no encuentran la más mínima pista que permita reconstruir sus pasos.
