Dos chavales de 15 años han sido detenidos por amenazar a una compañera de instituto para forzarla a hacer una felación a uno de ellos, mientras el otro grababa con un móvil la agresión, que luego se difundió entre sus amigos. Los tres menores estudian en el Miguel Servet de Sevilla Este.
Los abusos se produjeron el pasado mes de julio -durante las vacaciones de verano- pero se descubrieron a principios de noviembre, cuando los profesores se enteraron por rumores de que el vídeo estaba circulando entre los estudiantes y alertaron a la familia de la víctima. La grabación no llegó a ser colgada en internet como ha ocurrido en otras ocasiones, sino que los menores fueron pasándosela de unos a otros a través de sus teléfonos.
La chica, de 14 años, admitió entonces lo ocurrido ante sus padres, a los que aseguró que sus compañeros la habían obligado mediante amenazas a realizar la felación. La menor añadió que no les había contado nada antes porque le daba vergüenza.
Los padres denunciaron el caso ante la Policía Nacional, que escuchó la declaración de la chica y citó a varios testigos para confirmar la identidad de los autores y hacerse con una copia de las imágenes. Días después, el 7 de noviembre, citó a los chavales y les informó de que estaban imputados por un delito de agresión sexual y otro contra la intimidad.
Los jóvenes, que acudieron a la citación policial acompañados de su padres y de sus propios abogados, prestaron declaración y entregaron "voluntariamente" el teléfono móvil con el que se había realizado la grabación, según informó la Jefatura Superior de Policía. Los tres son estudiantes del mismo instituto, el IES Miguel Servet de Sevilla Este, pero no eran compañeros de clase, según fuentes policiales.
Con cargos. Dado que los autores son menores de edad, no tienen antecedentes y colaboraron con los investigadores al prestar declaración y entregar el teléfono, la propia Policía los puso en libertad, con cargos por ambos delitos, pero sin llevarlos ante la Fiscalía de Menores, a la que sí se le ha trasladado el atestado para que continúe la investigación. De confirmarse que la chica fue obligada a realizar una felación contra su voluntad se trataría de un delito de violación por el que los autores, al ser menores de 16 años, se enfrentarían a una posible condena de internamiento en un centro cerrado por un periodo de entre uno y cuatro años; al que podrían sumarse luego hasta tres años de libertad vigilada.
Tanto la Policía Nacional como la Fiscalía pidieron la máxima prudencia en este asunto por ser "delicado" al verse implicados menores, y lo desvincularon del centro escolar.
La delegación de Educación de la Junta en Sevilla también quiso destacar que la agresión se produjo fuera de las instalaciones del instituto en el que estudian los menores, y que ha sido precisamente la actuación de los profesores la que ha permitido perseguir este delito, al alertar los docentes a los padres en cuanto la noticia llegó a sus oídos.
