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Doblegados ante la cruda realidad

La evidencia se hizo patente en el encuentro de Baloncesto Sevilla ante Gipuzkoa Basket. Urgen más cambios que den opciones competitivas al equipo de Scott Roth.

el 13 ene 2015 / 12:21 h.

Los jugadores de Baloncesto Sevilla durante la preparación de una jugada en el último partido. / Inma Flores Los jugadores de Baloncesto Sevilla durante la preparación de una jugada en el último partido. / Inma Flores Álvaro Ordóñez  Insuficiente. Esa es la sensación que queda cuando analizas a fondo un partido reciente de Baloncesto Sevilla. Insuficiente porque, pese a que el staff técnico busque soluciones para recuperar ese ritmo de competición perdido en Praga, parece que está lejos de reencontrarlo. Por muchas variantes que se hagan en el plan de los partidos y en las rotaciones, la capacidad del equipo no crece hasta ser fiable. Roth está probando cosas nuevas, está haciendo nuevas combinaciones de jugadores, variando el quinteto inicial y buscando nuevas referencias ofensivas para que el equipo salga adelante. Hasta el momento no funciona nada de lo que intenta. El técnico estadounidense probó en el último cuarto del choque del domingo jugar con dos bases en pista, Radicevic y Woodside, que hasta el momento sólo habían coincidido juntos durante dos minutos desde la llegada del base americano al equipo. A priori, la idea de tener dos bases en juego debe servir para mejorar la circulación de balón e involucrar más a los compañeros. Pasó todo lo contrario, y es a partir de ese momento cuando cada jugador local en la pista inició la guerra por su cuenta y eso precipitó que el amago de remontada quedase en nada. De hecho, el Gipuzkoa Basket de Ponsarnau practicó un baloncesto radicalmente opuesto al del equipo sevillano. La prueba más clara de ello fueron las 21 asistencias que repartieron los visitantes por sólo ocho de los hombres de Roth. Este dato dice mucho más del juego donostiarra de lo que parece. Los buenos porcentajes de la primera mitad se explican al saber que gran parte de sus tiros fueron sin presión defensiva, lo que facilitó que el nivel de acierto durante los primeros veinte minutos rayase la perfección. La realidad más inmediata de Baloncesto Sevilla en lo deportivo pasa por la incorporación de algún jugador lo antes posible y que haya continuidad en los cambios que se iniciaron con el corte de Dane Watts. El tiempo apremia y cada partido que pasa es uno menos para revertir la desastrosa situación deportiva que vive el club en este inicio de año.

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