El Betis ha mejorado en defensa y los jugadores son los primeros en darse cuenta de que son un equipo más desagradable para sus rivales. El jefe de la zaga verdiblanca, Dorado, lo reconoció ayer. "Antes el equipo al completo trabajaba muy bien defensivamente, no es algo de ahora. Lo que ocurre es que encajamos menos goles y nos llegan menos, pero el trabajo sigue siendo el mismo por parte de todos los compañeros", dijo. "Sin ser tan brillantes como antes, hemos comprobado que podemos ganar partidos y es lo que queremos. Antes quizás salíamos a proponer más fútbol, pero está claro que nos sentimos bien así", añadió.
El cordobés es el central con más minutos de la plantilla, pero no está en su ánimo creerse más que nadie por el dato estadístico. "Yo no me siento un intocable en la defensa. Todos los centrales de la plantilla tienen un nivel altísimo", recalcó. Y como ejemplo puso a Paulao, que "está demostrando lo buen central que es, como hizo el año pasado en Portugal". "Está encantado con la ciudad y además personalmente es muy cercano", alabó.
De todas formas, la humildad no es incompatible con la satisfacción, de ahí que Dorado confesase que está "muy contento" con el momento que atraviesa en Heliópolis. "Como siempre he dicho, pensaba que mi tren había pasado pero apareció el Betis. Si no fuera por el Betis, Dorado no estaría jugando en Primera división", proclamó.
Hace dos semanas, además, marcó en Málaga... y fue a celebrarlo con el capitán: "Habíamos hablado Iriney y yo que el que marcara primero haría una celebración para nuestros niños, que se llevan muy poquito tiempo. Acudí a abrazarlo al banquillo por eso", explicó.
