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Dos españolas, entre los muertos en la ‘Loveparade’

Los bomberos y la Policía habían alertado meses antes de que el recinto no era el apropiado.

el 25 jul 2010 / 19:24 h.

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Varias personas y dos policías ayudan a rescatar a una mujer.

Dos universitarias españolas se encuentran entre los 19 muertos de la tragedia desatada en la fiesta de música electrónicaa Loveparade de Duisburgo (oeste de Alemania), que ha sumido a Alemania en la consternación, mientras se aclaran las circunstancias que desencadenaron la catástrofe.


La Fiscalía de Duisburgo inició ayer una investigación, aunque meses antes de la tragedia la Policía y los bomberos locales comunicaron al alcalde numerosas deficiencias del plan de seguridad preparado para la Loveparade, según el diario Kölner Stadt-Anzeiger. En octubre de 2009 los bomberos advirtieron por escrito al alcalde, Adolf Sauerland, de que la antigua estación de mercancías de Duisburg no era el recinto apropiado para esta fiesta.


Cuando aún quedaban por identificar tres de las 19 víctimas mortales, el jefe de la Policía local, Detlef von Schmilling, confirmó ayer en una rueda de prensa que entre los fallecidos hay al menos cuatro extranjeros, un holandés, un australiano, un italiano y un chino. Poco después, el Ministerio español de Asuntos Exteriores informaba de que entre los muertos había también dos jóvenes universiatarias españolas, que estaban de Erasmus en Alemania. Las chicas son Clara Zapater y Marta Acosta, ambas de Tarragona y de 22 años. Sus familiares, que habían sido informados por Exteriores, se disponían ayer a desplazarse a Alemania.


Schmilling acudió a una rueda de prensa testada de periodistas acompañado del alcalde de Duisburgo; del responsable del operativo policial, Wolfgang Rabe; y del principal organizador del festival de música electrónica Loveparade, Reiner Schalle.


Además de las víctimas mortales, de edades entre 20 y 40 años, se produjeron 342 heridos. Entre ellos hay otros cuatro estudiantes españoles, tres de los cuales han sido ya dados de alta, mientras que de la cuarta persona no se informó de su estado.


Para sorpresa de las decenas de periodistas que asistieron a la rueda de prensa retransmitida en directo por la televisión privada N-TV, Rabe aclaró que, contrariamente a lo que se había difundido inicialmente en los medios, ninguna de las víctimas mortales falleció en el interior del túnel construido en los años 60 y de 10 metros de ancho. Los fallecidos perdieron su vida en las rampas circundantes o al tratar de trepar por una escalera, principalmente en el lado oeste de la entrada. Un portavoz de los organizadores, Björn Köllen, se remitió a la investigación judicial al ser interpelado sobre la existencia de una única puerta de entrada al recinto festivo, situado en la antigua estación de mercancías de Duisburg. Schmeling, por su parte, explicó que poco antes de la tragedia la Policía habilitó un segundo acceso y que no se cerraron las puertas.


Tanto Rabe como el principal organizador de la fiesta tecno, Rainer Schaller, se mostraron absolutamente consternados en la comparecencia de prensa conjunta sobre la tragedia. Schaller anunció que abandona la organización de la Loveparade, nacida hace 21 años en Berlín y que había anulado ya la cita del próximo año, prevista en la cercana ciudad de Gelsenkirchen.


Uno de los aspectos más criticados de la tragedia, la actuación de la Policía, era matizada por Schmeling. Frente a lo que aseguraron los medios alemanes, que sólo 1.200 agentes estaban al cargo de la seguridad en la ciudad, el jefe de Policía dijo que eran 4.000, más un millar de agentes de seguridad privada.

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