La nueva fábrica de Ebro Puleva en San José de La Rinconada, que sustituirá a la azucarera, se ubicará a las afueras de la localidad, según ha acordado la compañía agroalimentaria con el Ayuntamiento, y tendrá varias líneas de producción, entre ellas harinas nutricionales y platos preparados.
El grupo agroalimentario Ebro Puleva guarda con celo el proyecto industrial para San José de La Rinconada, en Sevilla, y que habrá de sustituir a la histórica fábrica de molturación de azúcar ubicada en pleno centro de la localidad y que ha cerrado para siempre -no la actividad alcoholera- tras finalizar en otoño pasado la última campaña remolachera. Sin embargo, algunas pinceladas cabe dar.
Por lo pronto, la decisión más importante, por cuanto atañe a la convivencia de la planta con los vecinos, es la de construir una nueva, con varios tipos de productos alimentarios, fuera del municipio, en concreto en la cuarta fase del polígono industrial Cáñamo y sobre ocho hectáreas del terreno, según el acuerdo entre el Ayuntamiento y la sociedad presidida por el empresario sevillano Antonio Hernández Callejas, y cuyo contenido se hará público en las próximas semanas.
En concreto, Ebro Puleva, que es el mayor grupo agroalimentario del país, contempla varias líneas de producción para su nuevo centro alimentario, y entre ellas harinas nutricionales a base de cereales -sobre todo de arroz, en el que es líder mundial- y el envasado de platos preparados, con la posibilidad de incluir también una gama de salsas y cremas e incluso pastas. Por un lado, la alimentación funcional, vinculada a la salud, y por el otro, una comida para hacer en el microondas.
El propio Hernández Callejas señalaba el pasado miércoles que las actividades que sustituirían a la azucarera en San José de La Rinconada tendrían un "importante componente" de I+D+I.
Hernández Callejas garantizó el compromiso inversor en Andalucía de un grupo alimentario, Ebro Puleva, que tildó de "fundamentalmente andaluz" pues dos de sus filiales, Herba y Puleva, tienen sede social en esta comunidad. Y ello pese a la crisis económica y la venta -ya acordada- de la división azucarera a la británica British Sugar. El directivo admitió que desprenderse de Ebro fue una decisión dolorosa, pero no cuadraba con su estrategia de negocio.
En cuanto a San José de La Rinconada, y no sin una ardua negociación, Ebro Puleva ha pactado con el Consistorio una salida a la antigua fábrica de forma que los suelos de ésta puedan ser recalificados y, por tanto, urbanizados. La empresa no se va del pueblo y se compromete, asimismo, a crear empleo y a recolocar a parte de la plantilla de la azucarera.
