El Gobierno andaluz descartó ayer una subida de la ratio escolar de 25 a 30 alumnos por aula y con ello cerró la lista de admitidos en los colegios que se publicó el pasado 10 de mayo. Los que entraron entonces -a falta de que se depuren las reclamaciones de padres- ya tienen su plaza asegurada, y los que quedaron en lista de espera deben olvidarse del anuncio que ofreció la consejera de Educación hace una semana, a saber, que la Junta, forzada por la presión económica, todavía barajaba la posibilidad de subir la ratio en Infantil y Primaria.
Los colegios públicos y concertados de Sevilla publicarán hoy la lista de admitidos de segundo orden, es decir, aquellos que no lograron plaza en la primera escuela que eligieron serán reubicados en su segunda o tercera opción. En caso de que tampoco logren un puesto escolar en ninguna de ellas -por exceso de demanda-, la administración les otorgará una plaza en un colegio de la zona, lo más próximo posible al que ya había elegido.
El Gobierno andaluz ha sido tajante: las ratios se mantendrán según los parámetros de la ley de educación anterior a la reforma aprobada por el Ejecutivo del PP. Habrá 25 alumnos por clase como regla general, y en los centros y distritos con más demanda o con necesidades de escolarización especiales, se podrá admitir a 26, 27 o hasta 28 niños por aula, como permite la normativa.
La Delegación Provincial de Educación de Sevilla ya ha autorizado una subida de la ratio en los cuatro distritos escolares con más desequilibrios entre la oferta y la demanda: Centro (27), Nervión (26), Triana-Los Remedios (26) y Bami-Heliópolis-Bermejales (26). Por la misma razón se habían creado siete unidades más en cinco colegios con un exceso de demanda: una en el Huerta de Santa Marina (Centro), dos en el colegio Juan Sebastián Elcano y una en el Julio Coloma (Bami) y otras dos en el Juan Ramón Jiménez y en el San José de Calasanz (Triana-Los Remedios). Esa ampliación de unidades era provisional, en tanto en cuanto la Junta podía haber seguido adelante con la subida de la ratio hasta 30 por aula. El objetivo último de esta medida era ahorrar en personal, condensar el número de alumnos en menos aulas para prescindir de interinos y ahorrar en nóminas. El proceso de escolarización siguió adelante a la espera de que la Junta estudiara si tenía margen presupuestario para no aplicar la subida de la ratio, como así ha sido.
Con todo, Educación todavía puede aprobar aumentos de la ratio en determinados distritos y colegios si, como ha ocurrido otros años, la presión de los padres y la patronal concertada obliga a la administración a aceptar a más niños en los centros católicos. No obstante, habrá que ver qué repercusión tiene en estas escuelas la anunciada reducción del dinero que la Consejería de Educación da para sufragar los conciertos educativos, con los que se pagan los servicios y al personal en estas escuelas.
