El plan de fomento del plurinlingüismo, uno de los pilares del sistema educativo andaluz, se desarrolla a un ritmo muy lento desde que se creó en 2005, porque Andalucía adolece de profesores con suficiente nivel idiomático como para ocupar una plaza en un centro bilingüe. Los problemas no se dan tanto en las escuelas que ofertan español-inglés, pero sí en las que educan en francés o alemán. Las plazas en estos colegios requieren, además de superar las oposiciones, una prueba de selección que no todos pasan. Educación ha tenido que optar en los últimos años por no acreditar el bilingüismo en muchos centros por falta de personal cualificado. Y aún así, más del 70% de alumnos de Escuelas Oficiales de Idiomas son profesores de colegios bilingües que asisten a clase para mejorar su nivel.
El mismo decreto regula la posibilidad de que artistas acreditados o deportistas de élite, con la consiguiente acreditación, se incorporen a la plantilla docente de un instituto como profesores especializados en su materia.
Con todo, la parte fundamental de la normativa que se aprobó ayer en el Consejo de Gobierno es la que cambiará el sistema de acceso a la función pública docente. Si antes tenían prioridad los interinos -hay 8.390 en Andalucía- para lograr una plaza en unas oposiciones, porque lo que más pesaba era la experiencia en la escuela, ahora se ponderará la nota final, para que los aspirantes novatos sin experiencia tengan más oportunidades.