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EEUU estudia la implicación ética tras la creación de vida artificial

Craig Venter reclama nuevas regulaciones para evitar abusos a través del progreso tecnológico. El Vaticano llama a la cautela.

el 21 may 2010 / 19:26 h.

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El científico Craig Venter, junto al doctor Hamilton Smith, en su laboratorio.

El debate ético no tardó en llegar y lo abrió el propio Craig Venter, el jefe del equipo científico que ha creado en EEUU la primera célula viva sintética. Este científico aboga por nuevas regulaciones para evitar abusos de esa "poderosa tecnología". "Creo que las regulaciones existentes no bastan, y como inventores de esto y responsables de su desarrollo queremos ver que se hace todo lo posible para prevenir abusos", afirmó Venter para el diario británico The Independent.

"Intentamos tomar todas las medidas responsables posibles. Creo que es el primer caso en el campo científico en que se ha llevado a cabo un amplio estudio bioético antes de acometer los experimentos", agregó. "Ello forma parte de un proceso en marcha que hemos impulsado nosotros mismos para garantizar que la ciencia procede éticamente, que reflexionamos y que tenemos en cuenta las implicaciones para el futuro", aseguró.

Preguntado, precisamente, sobre si trata de suplantar a Dios en la creación de vida, Venter explicó que eso se dice cada vez que se produce un importante descubrimiento en las ciencias, sobre todo en la Biología. "La ciencia consiste en comprender la vida en sus niveles más básicos e intentar utilizar ese conocimiento para la mejora de la humanidad.

Creo que somos parte del progreso del conocimiento científico y de la comprensión del mundo que nos rodea", afirmó.El presidente de EEUU, Barack Obama, ya ha pedido a la Comisión Presidencial para el Estudio de los Asuntos de Bioética que analice las implicaciones éticas que tiene el descubrimiento y ha ordenado considerar tanto los potenciales "beneficios" como los potenciales "riesgos".

En el mismo sentido, varios expertos reconocieron ayer que el avance de Venter podría conllevar riesgos en su aplicación, si bien advirtieron de que es la sociedad y la bioética las que deben establecer los límites. Carlos Martínez, ex secretario de Estado español de Investigación, señaló, al ser preguntado sobre si este descubrimiento puede o no tener un uso perverso, que "nuestra sociedad es una sociedad de riesgos".

En este sentido, afirmó que "la mala utilización del conocimiento puede tener efectos negativos", pero, advirtió, es la sociedad la que "ha de poner el marco, la regulación y las normas para la aplicación y generación de este conocimiento".Por su parte, el presidente de la Sociedad Internacional de Bioética (SIBI), Marcelo Palacios, estimó "necesario" que se aclare quién se va a beneficiar de esto, si los que lo pueden pagar o toda la población mundial, y si puede dar lugar a actuaciones como la creación de armas químicas y bacteriológicas. "En eso se tiene que adelantar la bioética", dijo.

El Vaticano siempre juega un papel crucial en este tipo de debates éticos. En este sentido, su diario oficial, L'Observatore Romano, se limitó ayer a pedir "cautela" a la hora de valorar y aplicar el descubrimiento. En un artículo, el Vaticano asegura que se trata de un "óptimo motor", pero puntualiza que, en realidad, con este experimento, "no se ha creado vida, sino que se ha sustituido uno de sus motores". Desde la Santa Sede, Federico Lombardi, dijo que "es necesario esperar para saber más del caso".

La iglesia. No obstante, altas instancias de la Iglesia católica italiana se mostraron más contundentes en El Mundo, donde expresaron su perplejidad y su inquietud por la creación de la primera célula viva dotada de un genoma sintético. Dijeron estar en guardia contra "un salto a lo desconocido" potencialmente "devastador" y se apresuraron a aclarar que "el hombre procede de Dios, pero no es Dios". Mientras tanto, desde la Conferencia Episcopal italiana, el cardenal de Turín, Angelo Bagnasco, afirmó también ayer que la creación de la célula es precisamente "una prueba de la inteligencia humana, un don de Dios".

En cualquiera de los casos, varios fueron ayer los científicos que pidieron prudencia a la hora de hablar de vida artificial. Así, el subdirector del Centro de Regulación Genómica de Barcelona, Luis Serrano, consideró que Venter "ha exagerado un poco".

Aplicaciones. La Universidad de Valencia destacó ayer que la obtención de células con genomas sintéticos realizada por el Instituto Craig Venter permitirá “diseñar organismos funcionales, es decir, a la carta”, lo que conllevará “aplicaciones en áreas tan importantes como la salud, la energía o el medio ambiente”. Así se expresó en un comunicado el catedrático de Genética de la UV Andrés Moya, quien también subrayó que la llamada “célula sintética” implica “un paso adelante para conseguir la vida artificial”.

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