Un grupo de unas 80 personas convocadas en apenas 24 horas por la asamblea del 15M de Alcalá de Guadaíra logró ayer paralizar "gracias a la presión social" el desalojo de una familia en la barriada de Pablo VI, después de haber estado negociando sin éxito durante meses con el juzgado y el banco un aplazamiento para acordar condiciones de pago de la hipoteca que los inquilinos puedan afrontar, según informaron ayer representantes de la asamblea alcalareña del 15M.
Ante la casa, en la Avenida de la Asunción 20, llegaron a concentrarse unas 80 personas, convocadas a través de las redes sociales para evitar la entrada de la comisión judicial en la casa de una pareja y su hija de 11 años, que dejaron de pagar la hipoteca hace dos años al haberse quedado el marido en paro.
El 15M había estado negociando durante varios meses, y hasta el día anterior, un aplazamiento con el juzgado y con el BBVA, con el que desde hace casi un año han tratado de acordar primero la dación en pago de la casa y al final un alquiler reducido que la pareja pueda pagar.
Al no conseguirlo, el 15M convocó una concentración de la que informó a primera hora al juzgado que, tras enviar a la Policía para que comprobase que efectivamente había un gran número de gente en la vivienda, desistió del desalojo y acordó aplazarlo un mes. "Es pan para hoy y hambre para mañana, porque tendremos que volver a negociar con el BBVA que ya se había negado a todo, pero lo vamos a intentar", explicaba María Fernández, miembro de la comisión de Vivienda del 15M alcalareño."Ellos no quieren perder su casa y el banco no quiere más ladrillo, así que sería mejor llegar a un acuerdo para que se quedasen como inquilinos", insistía Antonio Boge, también del 15M.
La letra de la hipoteca oscilaba entre los 1.400 y los 1.600 euros al mes. Tras quedarse en paro el marido, la familia no podía afrontarla y estaba buscando soluciones.
