El 22,6 por ciento de los mayores de entre 60 y 84 años europeos ha sufrido algún tipo de violencia en el último año, según datos del estudio científico ABUEL, que indica que un 10,6% ha sido víctima de maltrato severo y un 0,7% ha padecido heridas o abusos.
Un 3,7% reconoce haber recibido "maltrato económico" y un 19,9% "violencia puramente psicológica" y en este último apartado se dan "diferencias llamativas" entre países de cultura mediterránea y otros del norte de Europa, donde no se toleran comportamientos como los gritos y los insultos, ha explicado a Efe Francisco Torres-González, catedrático de la sección departamental de Psiquiatría y Medicina Psicológica de la Universidad de Granada.
Los datos de este proyecto europeo, que se ha desarrollado en Lituania, Alemania, Grecia, Italia, Portugal, España y Suecia desde 2008, bajo la coordinación del Instituto Karolinska de Estocolmo (Suecia), se van a presentar en Madrid el próximo 28 de junio en la Conferencia Internacional sobre calidad de vida y malos tratos a mayores en Europa.
En España, un 15,7% de los mayores ha sufrido maltrato de algún tipo en el último año, de los que el 12,5% recibió violencia psicológica y un 0,5% resultó herido.
El estudio, con una muestra de 3.900 personas, ha excluido a las personas con déficit cognitivo de tal modo que existe un "porcentaje importante", según el profesor de la UGR, que queda fuera de este trabajo científico, el primero de esta magnitud que se adentra en esta temática junto con los factores económicos y de salud que condicionan la calidad de vida de la denominada tercera edad.
El trabajo constata que no existen grandes diferencias de género en cuanto a las víctimas, aunque suben ligeramente los porcentajes de violencia física en el grupo de las mujeres y los de violencia de tipo psíquico en los hombres.
Los problemas aparecen sobre todo a partir de los 70 años de edad, pues antes suelen ser personas que trabajan y tienen autonomía, explica el catedrático de la UGR , presidente del comité organizador de la Conferencia Internacional de Madrid, quien, además de en las conclusiones del proyecto ABUEL, abordará en iniciativas como la carta sobre maltrato dirigida a personas mayores.
El agresor de estos mayores suele ser fundamentalmente el compañero o compañera con el que convive y que le cuida quien puede terminar descargando contra la víctima su ira.
También pueden ser hijos, hijos políticos o incluso vecinos, sobre todo mujeres, principalmente cuando son sus cuidadoras.