Economía

El aceite de oliva dispara sus precios en la recta final de la cosecha

Las revalorizaciones anuales más elevadas corresponden al virgen extra, con el 61%, y al virgen, el 68%, mientras que para el lampante es del 49%. El motivo: una producción que baja a la mitad.

el 19 ene 2015 / 10:00 h.

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Aceite de oliva virgen extra en las instalaciones de un grupo de cooperativas sevillanas. / JAVIER DÍAZ Aceite de oliva virgen extra en las instalaciones de un grupo de cooperativas sevillanas. / JAVIER DÍAZ Entre finales de noviembre y principios de diciembre abrieron los puestos de recogida de la aceituna en los pueblos olivareros andaluces, y muchísimos de ellos no tuvieron más remedio que cerrar a las pocas semanas ante la corta cosecha. Tal escasez, marcada por el carácter vecero del árbol y después del récord de producción de la pasada campaña, se vaticinaba desde el verano, y fue confirmada en otoño primero por las asociaciones agroganaderas y más tarde –y ya oficialmente– por la Consejería de Agricultura y el Ministerio del ramo. Se esperaba un lógico encarecimiento en los mercados de origen (en los agrarios, en las almazaras). Y paulatinamente fue llegando, pero es ahora, en enero, cuando, coincidiendo con la recta final de la recogida, cobra fuerza. Tres fuentes de recogida de precios así lo corroboran: el Sistema Pool de la Fundación del Olivar, con datos diarios de compraventas y precios de las operaciones realizadas, el Mercado de Futuros del Aceite de Oliva (MFAO, o la popular bolsa del aceite, cuya sede, como la de la anterior institución, se localiza en Jaén), y las estadísticas de lonjas del Boletín Semanal de Información Agraria elaborado por los técnicos de la Consejería que dirige Elena Víboras. Primera parada, Fundación del Olivar. Si cogemos los precios medios para la última semana, el aceite de oliva virgen extra cotizó a 3,25 euros por kilo (ésta es la medida utilizada en las operaciones de los mercados de origen; un kilo equivale aproximadamente a 1,1 litros), a 2,81 lo hizo el virgen y a 2,65 el lampante (es el que necesita ser refinado antes de pasar a la botella para el consumo final). Con respecto a finales de noviembre, cuando se generalizó la recolección –en esta ocasión, tempranera para obtener mayor calidad y tratar de compensar así, al menos en parte, la caída de la producción–, los incrementos respectivos son del 6,55 por ciento, 2,55 por ciento y 5,57 por ciento, con un 2,48 por ciento (2,89 euros) para la media que fija el Sistema Pool contabilizando también otros aceites de inferiores categorías. A simple vista, tales revalorizaciones no parecen muy significativas, pero sí prosiguen y acentúan la tendencia alcista que comenzara justo cuando el mercado ya constató el descenso previsto para la cosecha. Las primeras estimaciones hablaban del -56 por ciento para Andalucía, hasta 643.000 toneladas, -47 por ciento en España, con 784.000, y del -19 por ciento a nivel mundial, a 2,56 millones, datos que incluso podrían ser peores. Pero para establecer una comparación homogénea, vayamos a la misma semana de mes de enero de 2014. Desde entonces, los encarecimientos han sido del 61,21 por ciento para el virgen extra, del 68,19 por ciento en el virgen y del 48,96 por ciento en el lampante, siendo el porcentaje medio del 48,81 por ciento. Y un detalle añadido: hubo semanas del pasado año en los que el oro verde de mayor calidad –el virgen extra– perdió la barrera de los dos euros por kilogramo. Segunda parada, el MFAO, que opera compraventas a futuro, y cuya última información recoge los vencimientos (o entregas) ejecutados en noviembre pasado, con una media de 2.600 euros por tonelada para el aceite estándar, nada que ver con la horquilla de 1.700-1.900 euros que se contabilizaron para vencimientos anteriores en 2014. Un simple vistazo a sus gráficas muestra el subidón. Y la tercera y última parada nos conduce a las estadísticas de la Consejería de Agricultura. Los encarecimientos interanuales de mayor envergadura para los vírgenes extra los ubica en los mercados de Sevilla (un 65,77 por ciento), Jaén (59,88) y Málaga (57,58), y con cotizaciones que, para el conjunto de los puntos andaluces de recogida de datos, oscilan entre los 2,85 euros por kilo en Cádiz y los 3,44 euros de Sevilla. Continuando con la misma fuente, 2,63 euros era el mínimo para los vírgenes en Málaga y 2,85 euros el máximo en Granada, con revalorizaciones que van del 48,14 al 53,87 por ciento. Pero para gran incremento, el protagonizado por el lampante también granadino, del 82,14 por ciento, contrastando con el 42,5 por ciento de Sevilla, aunque la mayoría de las cotizaciones giran en torno a 2,5 euros por kilo. Porcentajes superiores al 50 por ciento. ¿Mucho, poco? En las asociaciones agrarias contextualizan. Primero, se parte de una cosecha, la 2013-14, que fue récord. Y segundo, el oro verde se abarataba desde años antes de la crisis económica. Y cadenas con ventas a pérdida El encarecimiento del aceite de oliva en los mercados de origen aún no se ha reflejado con toda su intensidad en los precios de las botellas en las cadenas de supermercados e hipermercados. Es más, la organización agraria UPA de Andalucía denunció la semana pasada la vuelta de prácticas contra el libre mercado en tres compañías de distribución comercial,  en concreto por practicar la venta a pérdida (por debajo de costes), algo prohibido por la legislación sobre Competencia, según su secretario general, Agustín Rodríguez. «No es posible competir con una política permanente de abusos. Y vuelve a quedar demostrado que no existe el mercado libre, sino que está intervenido por la distribución», lamentó.

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