El acusado por el crimen de Dos Hermanas alega que lo hizo en defensa propia

Luis Miguel Briz Torrico sostiene que sus padres y su hermana quisieron matarle y que los tres le maltrataban desde pequeño.

luis-briz-dos-hermanas-parricida "Ví venir a mi padre por el pasillo con el cuchillo y mi hermana me quería agarrar. Si no llego a actuar en defensa propia el que estaría muerto hoy sería yo". Así es como ha defendido su inocencia Luis Miguel Briz Torrico, acusado de asesinar a sus padres y a su hermana, hechos por los que se enfrenta a 57 años de prisión. Además, tras reconocer que sufre esquizofrenia paranoide, ha dicho que sufría malos tratos por parte de su familia, describiendo una relación "lúgubre y oscura" con su familia. Los cuerpos fueron encontrados con más de 20 puñaladas. El juicio con jurado ha comenzado esta mañana con las alegaciones previas en las que la defensa del acusado ha destacado que él no era el único que sufría una enfermedad mental en su casa, sino que su madre y su hermana también tenían problemas. "Es un enfermo genético", ha dicho su abogado quien tras pedir su absolución les ha deseado a los miembros de jurado que "Dios les ilumine" y le dote de sentido común para tomar su decisión. Por su parte Luis Miguel Briz ha explicado que la tarde de aquel 28 de febrero de 2013 llegó a su casa de correr y que cuando su madre y su hermana le abrieron la puerta "empezaron a insultarme y a decirme que la casa olía a porros y que había unos polvos". Luego se duchó y cuando bajó a comer algo "escuché un ruido en el pasillo y me asomé y ví a mi padre venir con un cuchillo y a mi hermana que quería agarrarme para matarme". "Actué en defensa propia", ha repetido una y otra vez ante el jurado. Tanto el fiscal como la acusación particular le han preguntado que cómo se explica entonces que él solo presentara unos arañazos y los fallecidos tuvieran tantas puñaladas, a lo que ha contestado "esquivé bien los golpes, actué rápido y me defendí". Igualmente, negó que asaltara a sus padres mientras dormían, y ha dicho que si había sangre en las sábanas "sería porque cuando tenían los cortes entraron y salieron". También ha dicho que a su hermana le dio un golpe de frente y que no la atacó por la espalda, pese a que el cadáver presentaba una única herida en el cuello, compatible de haberla cogido por detrás. Tras darles muerte, "me quedé llorando, desahogándome", aunque al final ha reconocido que cogió un taxi para ir a un club, que una vez allí mantuvo relaciones sexuales con una chica, y que volvió a su casa, limpió los restos de sangre, durmió, se levantó y desayunó con los cuerpos allí. "Los puse juntos porque quiero a los tres" y por eso los apiló y les puso una sábana por encima. Antes de acudir al juzgado para contar que había matado a su familia pasó por el centro de salud para curarse la única herida que tenía en la muñeca. "MUY OBEDIENTE" Y EL "SEÑOR DEL PODER" Asimismo, el acusado ha relatado todo un historial de maltrato por parte de sus padres y su hermana desde su infancia. "Eran palizas tras palizas, manotazo en la cabeza, mis padres se peleaban cada quince días y si no se pegaban mi madre y mi hermana, se hacían sangre con las uñas". "Tenían un forma de ser bastante transversal, no era clara. Me trataban de forma desquiciante, violenta no con cariño", pese a todo "yo era muy obediente, señora", le ha dicho a la letrada de la acusación particular que ejercen sus hermanos. De hecho, había denunciado en varias ocasiones a su familia por maltratarle, y en la vista se ha llegado a leer una carta en la que le pregunta al "señor del poder", si matar a alguien en defensa propia aunque fueran tres personas "no es asesinato". El juicio al acusado, que no ha mostrado signos de arrepentimiento y que incluso ha llegado a contar los malos tratos que a su entender recibía entre risas, continuará mañana. El fiscal cree que Luis Miguel Briz Torrico mató a su hermana de un corte en el cuello y que luego mató a sus padres mientras estaban en la cama.

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