Lugares comunes. Una vez cerrado el periodo de las asambleas de las once agrupaciones del PSOE de Sevilla capital (críticos 7, dirección provincial 4), el resultado refleja con claridad la urgente necesidad de que ambas partes trabajen en tender puentes para buscar vías de entendimiento. Tras el congreso provincial, Viera y Monteseirín cometieron graves errores que deterioraron aún más su relación y la débil estabilidad orgánica. Pero con la inminente adaptación de las agrupaciones a los distritos y la creación de la Ejecutiva municipal, llega el momento de la altura de miras, de elevar el nivel para buscar los puntos de encuentro en beneficio del partido, cuya imagen de marca se encuentra sensiblemente tocada por las cuitas internas. Llega la hora de construir, de identificar lugares comunes y también perfiles, nombres con los que todos se puedan sentir cómodos y representados al dirigir los nuevos órganos de Sevilla capital. La imposición conducirá al desastre. Y en este momento, lo único que tienen en común Viera y Monteseirín es que llevarán a su partido al abismo si todo continúa como hasta ahora.
La portavocía. Hay un precedente poco alentador. Críticos y oficialistas llevan varios meses sin ponerse de acuerdo sobre el perfil del nuevo portavoz municipal socialista. Es verdad que el alcalde congeló cualquier diálogo -y menos aún la toma de una decisión- a la espera del resultado de las asambleas que, como cabía esperar, le otorgan un respaldo que le facilitará mucho las cosas al negociar. Y el problema es precisamente ése: enfocar el asunto en términos de negociación cuando ambas partes deben tener la altura de miras exigible para primar el interés de la organización por encima del beneficio propio y de las agrupaciones que los apoyan. Aún es pronto para hablar de la candidatura a la Alcaldía, pero es evidente que cualquier perfil que se presente sin haber reparado la actual fractura interna tendrá muy pocas posibilidades ante un PP que, habiendo tocado techo tras fagocitar a los andalucistas, se vería enormemente beneficiado por una amplia abstención. Y los votantes socialistas se quedarán en casa si perciben que su partido continúa dándose navajazos bajo la mesa.
El desafío. Seguir librando batallas intestinas hasta morir de inanición o fortalecer el partido en torno a un proyecto común y un candidato ilusionante. Ése es el reto de los socialistas de Sevilla. Y por lo que se ve, aún quedan demasiados nudos que quitar. Viera y Monteseirín deben elevarse y sacudirse a los incontrolados de sus filas, los que sólo saben moverse en el enfrentamiento orgánico. Si son ésos los que siguen marcando estrategias, perderá el PSOE, la política y la ciudad.
Poder gobernar. El alcalde de Sevilla tiene que dedicarse a gobernar, a gestionar un modelo de ciudad que cuenta con un mayoritario apoyo ciudadano, pero que derrapa precisamente cuando no se está encima de las cosas, del día a día de los proyectos. Chaves ha dejado que Monteseirín decida el momento de su retirada, sabedor de que es altamente improbable -no imposible; en política nada lo es- que repita candidatura en 2011.
Conciertos olímpicos. El Estadio Olímpico se está fajando para entrar en el circuito de conciertos internacionales. Tras Madonna, llegarán Depeche Mode, Springsteen, U2... Algunos tienen ya fecha cerrada en verano, lo que supondrá un aluvión de visitas y la necesidad de una efectiva coordinación municipal. En la Consejería de Turismo lamentan que el Ayuntamiento aún no haya telefoneado para comenzar a preparar los eventos y subrayan lo "difícil" que resulta hacer cosas en la capital. Mientras, el alcalde presume de coordinación institucional y se arroga la paternidad de los grandes eventos que vendrán ¿Quién miente?
Torres más altas... Cajasol se mantiene firme en su intención de construir la torre diseñada por el argentino César Pelli. Cuenta con la licencia municipal y ve con claridad la oportunidad de negocio pese a las turbulencias económicas y a que Chaves le esté "apretando las tuercas" para que destinen el dinero a abrir el grifo del crédito a familias y pymes. El Ayuntamiento también apoya sin reservas el rascacielos, pero las palabras del delegado provincial de Cultura, Bernardo Bueno, señalan dónde está la patata caliente: "Habrá que esperar al informe de la Unesco", ha dicho en una entrevista en la web de El Correo. ¿Qué ocurrirá si dicho dictamen es negativo? ¿Seguirá adelante su construcción o habrá que pararla como ocurrió en Viena?
La huelga judicial. Los jueces sevillanos mantienen la convocatoria de huelga para el 18 de febrero, quejosos de la sobrecarga de trabajo. Sin embargo, se niegan a aliviarse del señalamiento los juicios, algo que podrían hacer los secretarios judiciales pero que les quitaría la autonomía para organizar sus horarios.
Feria sin 'charco'. La Feria no se trasladará a medio plazo. Se hará probablemente después de que los jueces se pronuncien sobre el litigio de los terrenos de Tablada. ¿Estará allí su futuro?
'Setas' indigestas. No hace mucho tiempo, las críticas llovían por el más que previsible retraso y la falta de actividad en los parasoles de la Encarnación. Tras el anuncio de Sacyr de que se doblarán los turnos para acabar la obra a final de año, algunos de los que criticaban la pasividad se quejan ahora del ruido que soportará el barrio debido al aumento de operarios. ¿Ven lo difícil que resulta que esta ciudad avance y crea en sí misma?
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