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El Betis revive de la mano de Sergio García ante un Valladolid impreciso

El Betis, de la mano de Sergio García, derrotó con justicia a un Valladolid confuso e irreconocible desde que comenzó el año 2009, ya que hoy encajó su cuarta derrota consecutiva en Liga ante un rival que supo aprovechar sus errores para llevarse los tres puntos y revivir. Foto: EFE.

el 15 sep 2009 / 21:21 h.

El Betis, de la mano de Sergio García, derrotó con justicia a un Valladolid confuso e irreconocible desde que comenzó el año 2009, ya que hoy encajó su cuarta derrota consecutiva en Liga ante un rival que supo aprovechar sus errores para llevarse los tres puntos y revivir.

Y eso que el Valladolid quería hoy revertir la secuencia de derrotas consecutivas y volver a afianzarse en su estadio, donde sólo había perdido dos partidos esta temporada. La falta de gol y el hecho de no saber aguantar los marcadores favorables había llevado también al Betis a una mala racha de resultados. Era pues una confrontación sin certezas y destinada a resolver muchas incógnitas.

A los treinta segundos de partido, Capi se lesionó de gravedad y tuvo que ser sustituido por Rivera. El equipo de Chaparro podía añorar esta tarde al camerunés Achille Emaná, ausente por sanción, pero no fue así. Tampoco tenía hoy una referencia clara y rotunda arriba, ya que Sergio García no es un punta nato y necesita caer a banda para respirar, aunque hoy fue "una pesadilla" para el Valladolid.

En los primeros minutos, al margen de la referida lesión de Capi, hubo una ocasión para cada equipo, la más clara para el delantero sueco del Valladolid Henok Goitom, quien no llegó por milímetros a un centro de Jonathan Sesma al que sólo había que retirar "el precinto" de gol.

Con el encuentro abierto y dinámico, fue inicialmente el Valladolid el equipo más codicioso. Sendos disparos de Oscar Sánchez y Pedro León pudieron alterar el marcador antes de cumplirse el primer cuarto de hora, pero fue Xisco el que aprovechó un pase de Sergio García para "perforar" la portería del paraguayo Justo Villar en el 0-1.

Seis minutos después llegó el empate. El vizcaíno Luis Prieto remató de cabeza un balón "de dulce" puesto por Pedro León y lo envió cómodamente al fondo de la red, sin que el guardameta portugués Ricardo pudiera hacer nada (min. 22).

Era justa la igualada y el Real Valladolid, por inercia, siguió empujando. Su porfía pudo dar fruto en un remate del uruguayo Fabán Canobbio al poste (min. 24) aunque, a partir de ese momento, los de Mendilibar se expusieron al contragolpe bético con dos jugadores de un sello fulgurante, Xisco y Sergio García.

Oscar Sánchez estuvo apunto de vulnerar su propia portería al despejar el balón al poste tras parada de Justo Villar (min. 38) y Goitom pudo marcar en la jugada ulterior. Al descanso se llegó con la sensación de que cualquiera de los dos equipos podía haber marcado más goles porque las defensas eran permeables, sobre todo la de un inquieto Valladolid.

En la reanudación el partido se puso a mil revoluciones. Goitom pudo hacer el 2-1 poco antes de que Justo Villar salvara un balón de gol tras jugada individual de Sergio García. El Betis ya buscó con descaro el contragolpe, pero cada vez que llegaba lo hacía con peligro notable.

La hiperactividad de Sergio García contrarrestaba el dominio de un Valladolid más impetuoso que inteligente y fue precisamente otra arrancada del delantero verdiblanco lo que propicio el 1-2. El catalán se fue como una flecha para elevar el balón ante la salida de Villar y el inútil esfuerzo de Luis Prieto por frenarle (m. 63).

Hasta el final, el Valladolid lo intentó y Mendilibar arriesgó, pero los locales cayeron en la precipitación y se hartaron de perder balones, así que el resultado no pudo alterarse más que con otro gol visitante, obra de un inspirado Sergio García.

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