El bulevar es el tramo transformado de la N-IV a su paso por la ciudad, con lo que el Hotel Ciudad del Sol -el nombre real de Casa Pirula pero por el que casi nadie lo conoce- se abría durante muchos años a pie de esa carretera y era parada obligatoria para todos los que pasaban por Écija. Esa situación estratégica convirtió al hotel y a su dueño en referencia obligada en la ciudad y fuera de ella.
Todos los grupos municipales coincidieron en señalar lo oportuno del homenaje que representa nominar el paseo con el nombre del restaurador. Para la corporación, Pepe Pirula (que tiene en la actualidad 95 años) es "un modelo de trabajador", además de "un referente de la ciudad". Entró a trabajar como pinche de hostelería con 10 años. Desde los años 50 regenta sus propios negocios: primero el Bar Pasaje y algo más tarde Casa Pirula, a cuya barra sólo falta ahora, por enfermedad, pero tras la que se le puede ver prácticamente a diario cortando jamón, "más que una ciencia, un arte".