No era cuestión de más días de concentración, ni siquiera de alejarlos de las tentaciones feriales. Sucedió el año pasado con Manzano (2-6) y éste con Míchel (3-0). El Real Madrid les pasó como un tren por encima. La derrota de ayer fue simplemente porque cuando se tienen las mismas ocasiones que el rival hay que acertar en ellas. La diferencia estuvo en que Cristiano y Benzema no fallaron lo que Reyes, Negredo y Navas sí hicieron.
Los detalles. En el partido hubo muchos detalles más. Arbitrales, como para que hablen de villarato, e individuales (Coke) en los dos primeros goles madridistas. Todo ello hubiera quedado en plano menor si con el marcador inicial Reyes, Navas y Negredo no hubiesen fallado de forma consecutiva esas clarísimas ocasiones, inhabituales en el Bernabéu. En fútbol entran todos estos factores en la coctelera. El Madrid no suele perdonar y cuando no anda bien de fútbol tiene jugadores que saben decidir lo que tú no has sabido aprovechar. El Sevilla juega el final de Liga como el trapecista en el alambre. Tres de tres. Nueve puntos de nueve. Aun así, no depende de él y encima no puede fallar para poder aspirar a su único objetivo: la Europa League.
Duelo raro. Hay partidos extraños y resultados aún más. El Betis-Atlético (2-2) es un ejemplo. La superioridad rojiblanca hasta los últimos minutos fue total, así como sus clarísimas ocasiones de gol. Pero llegar con un apretado tanto de ventaja es siempre una lotería en este juego. El Betis hizo ese más difícil todavía que protagonizara ya una vez ante el Valencia, remontando el gol de Koke con los de Pozuelo y Pereira, pero en la jugada final Falcao establecía el empate definitivo.
Casi salvados. Los 43 puntos deben ser definitivos. La victoria la tuvieron los dos equipos en sus manos y a los colchoneros se les fue porque fallaron lo que en fútbol no se puede perdonar. El Betis se encontró con lo inesperado cuando el partido agonizaba, pero dejó escapar el botín en la jugada final en otro fallo de los muchísimos que los dos equipos cometieron. La felicidad quedó a medias para los verdiblancos, que al menos lograron ese ansiado punto 43; no así para los atléticos, que tendrán que conformarse con esa Europa League cuya final tienen el 9 de mayo en Bucarest ante el Athletic.