Las palabras del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en las que dijo asumir las "consecuencias políticas" del Estatut y que se piensa "dejar la piel" para recuperar la confianza entre Cataluña y el resto de España han tenido, de momento, justo el efecto contrario que deseaba el máximo responsable del Ejecutivo.
Así, el secretario general de CiU, Josep Antoni Durán Lleida, tildó ayer a Zapatero de "encantador de serpientes" por afirmar que Cataluña "debe ser escuchada" tras la protesta por la sentencia del Estatut, ante lo que le recordó que "también debe ser atendida". Además, insistió en que son conocidas sus "buenas palabras hacia Cataluña", aunque recordó las que Zapatero pronunció "cuando dijo que aprobaría en Madrid lo que aprobase el Parlament", en alusión al Estatut. "Ésta es la Cataluña que ha engañado no una ni dos ni tres, sino muchas veces", añadió Durán, quien precisó que no es "suficiente con buenas palabras sino que se necesitan hechos".
Por su parte, el presidente de CiU, Artur Mas, también cargó ayer contra el presidente de la Generalitat, José Montilla, al que calificó de "monaguillo" del presidente español, porque "lo llama para que lo salve (de perder las elecciones catalanas) cuando no se lo creen ni ellos". Además, criticó a Zapatero por sus palabras en favor de la identidad nacional de Cataluña tras la sentencia sobre el Estatut. Según Mas, el PSC, "para salvarse, llama a Zapatero, cuando éste en lo único que pensará es en salvarse él; pero lo llaman como si sus palabras pudiesen ofrecer alguna credibilidad cuando ya no se lo creen casi ni ellos".
Igualmente, el presidente de Esquerra Republicana (ERC), Joan Puigcercós, destacó ayer también que su formación únicamente pactará con quien quiera sacar adelante el proceso que lleve "a la declaración de independencia" de Cataluña, al aseverar que el motor del país "ahora es el independentismo" mientras que el autonomismo "está fuera de juego". No obstante, Montilla aseguró ayer que siendo "necesarias declaraciones y posicionamientos" como las de Rodríguez Zapatero es "fundamental" un cambio de actitud de las instituciones del Estado respecto a Cataluña. En declaraciones a los medios durante una visita a Girona, Montilla aseguró que además de los posicionamientos como los del presidente del Ejecutivo central, también serán "necesarias" leyes y traspasos. Además, recordó que Zapatero, además de asumir las consecuencias políticas de la sentencia, "trata de encontrar soluciones, lo que es más importante", matizó.
Por último, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, acusó ayer a Rodríguez Zapatero, "de volver a engañar y sembrar discordia y separación entre los catalanes". La secretaria general del PP, que aludió a la visita que Zapatero realizó el viernes a Cataluña, lamentó que "oímos una cosa y la contraria de la boca de Rodríguez Zapatero, como ocurre siempre". Por ello, criticó que el presidente del Gobierno "dijo que iba a acatar la sentencia del Tribunal Constitucional" en relación con el Estatuto catalán, pero después "volvió a engañar y sembrar discordia y separación entre los catalanes que es lo que lleva haciendo desde que llegó al Gobierno de España", insistió la dirigente del PP.