La Fiscalía rebajó ayer de 34 a 24 años su petición de pena para el hombre acusado de matar a golpes a sus padres el verano pasado en el cortijo familiar del paraje Pago de la Joya, en Albolote (Granada), que se declaró culpable en el juicio. El Ministerio Público considera que, en lugar de asesinato, E.A.P., de 47 años, cometió dos homicidios sin alevosía, ya que todo fue consecuencia de un "manejo explosivo de la ira" tras una discusión.
La defensa, que pedía inicialmente la libre absolución, se ha adherido parcialmente a la solicitud del fiscal al considerarla ajustada a derecho, dejando a criterio del magistrado-presidente del tribunal su imposición. El juicio, celebrado en la Audiencia Provincial de Granada, quedó visto para veredicto del jurado, que hará pública su decisión hoy.
El acusado relató ayer lo ocurrido el 26 de agosto de 2009 cuando, a las 10.30 horas, llegó a la casa familiar acompañado de su hija y el novio de ésta para recoger útiles y materiales de la construcción y devolver unos regalos, ya que la relación entre padres, hijo y nieta se había deteriorado últimamente.
Según explicó, la abuela inició una discusión con la nieta, que pidió auxilio a su padre, y éste acudió para defenderla. Fue entonces cuando el padre agredió con una azada en la cabeza al inculpado, que, tras levantarse "un poco mareado" del suelo pero consciente, le asestó "varios golpes" que le dejaron inmóvil. "Y con mi madre fue igual", señaló el procesado, que aseguró que en ese momento no sabía que había matado a sus padres y que después esperó hasta que llegaran la Guardia Civil y los servicios sanitarios, que certificaron el fallecimiento de ambos.
Para la Fiscalía, E.A.P. no tenía intención de matar a sus padres cuando llegó al cortijo ni buscó una situación de indefensión para acometer su agresión. Lo que pasó fue producto de un "descontrol" de su agresividad tras una pelea con su padre, con quien no mantenía una buena relación. Por eso, decidió rebajar su petición inicial, teniendo en cuenta la confesión y el deseo de reparar el daño, ya que el hombre ha renunciado a la herencia a favor de sus hermanos.
El abogado defensor transmitió al jurado el "pesar" de su cliente que está cumpliendo su propia pena por haber matado a sus padres y por la relación que tiene con el resto de sus familiares, que ayer le abuchearon e insultaron a la entrada a la Audiencia.
"Es una persona normal" que "sufrió un descontrol de sus impulsos y un ataque de ira con gravísimas consecuencias que no tienen justificación ni pueden ser exculpadas pero que pueden explicarse de alguna manera en las desavenencias familiares y en la discusión que mantuvo previa a la agresión", alegó su letrado.
En su derecho a la última palabra, E.A.P. dijo seguir "empeñado" en pedirle perdón a sus hermanos, "que son los que más están padeciendo por esto". "Jamás en la vida quise hacerle daño a mis padres", aseguró.
