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El Gobierno de Zapatero recela del nuevo impuesto a la banca

Los banqueros creen que esta tasa «encarecerá el crédito y penalizará el ahorro».

el 11 jun 2010 / 20:08 h.

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El ministro de Fomento, José Blanco, con el presidente de la Junta, José Antonio Griñán.
Muy pocas voces del Gobierno central han salido a valorar la reforma fiscal que el Parlamento andaluz avaló el jueves con los únicos votos socialistas. El Ejecutivo de Zapatero sí dejó claro ayer que recela del impuesto que gravará los depósitos de los bancos y cajas de Andalucía, con el que la Junta calcula que recaudará 132 millones de euros y que afectará a unas 70 entidades.

El secretario de Estado de Economía , José Manuel Campa, advirtió de que imponer tasas autonómicas puede traer "segmentación y distorsión" del mercado financiero, aunque recordó que las comunidades tienen "plena autonomía" fiscal. Dijo que no le preocupa que cada región "haga lo que quiera" en materia fiscal siempre y cuando cumplan con los compromisos de reducir el déficit público.

Ese reconocimiento a las competencias autonómicas deja en el aire si el Gobierno central recurrirá ante el Constitucional el impuesto a la banca, algo que la Junta da por hecho porque en 2002 se llevó a Extremadura a los tribunales por implantar lo mismo. Pero el escenario ha cambiado. El Gobierno de Aznar recurrió por invadir las competencias estatales, pero entonces regía un sistema de financiación autonómica que no otorgaba a las comunidades tanta capacidad fiscal como el modelo que se aprobó el año pasado.

Una visión opuesta a la de Campa mostró el secretario de Estado de Cooperación Territorial , Gaspar Zarrías, que aplaudió el impuesto a los bancos para salir de la crisis. La Asociación Española de Banca puso el grito en el cielo y avisó a Europa Press de que la nueva tasa "encarecerá el crédito, penalizará el ahorro" y provocará "distorsiones geográficas y también para las entidades".

El presidente andaluz, José Antonio Griñán, ha insistido en que este impuesto, más que un afán recaudatorio, busca que fluya el crédito, pero los banqueros están convencidos de que tendrá efectos negativos "para la inversión" y que puede provocar la fuga de entidades. A su juicio, sería mejor esperar a que el Constitucional se pronuncie sobre Extremadura. Frente a las críticas del PP de que la reforma fiscal es un "engaño" -porque la Junta dio el mismo día dos versiones sobre los topes de renta a los que afectarán las deducciones- Griñán defendió en una entrevista a la Cadena SER que "no tiene letra pequeña" y que sólo perjudicará a los que ganen más de 80.000 euros al año. A ellos les pidió un esfuerzo "que no es tan grande".

doble discurso. La consejera de la Presidencia, Mar Moreno, arremetió contra el PP por rechazar la reforma fiscal y actuar de forma opuesta a los populares extremeños, que sí dieron su apoyo a la subida de impuestos del Gobierno de Fernández Vara.

Dijo que líder del PP, Javier Arenas, debería explicar por qué ni siquiera votó el jueves el paquete económico en el Parlamento.

La Junta da por cerrado el ajuste para este año, pero la consejera de Hacienda, Carmen Martínez Aguayo, no descartó que el año que viene se tomen nuevas medidas.

La secretaria de Organización del PSOE, Susana Díaz, aseguró ayer que el Gobierno no ha "contemplado nunca" establecer el copago sanitario -Martínez Aguayo dijo que "no está en la agenda-, que implicaría que los usuarios pagasen una pequeña cantidad cuando usen la sanidad pública. El portavoz socialista en el Parlamento, Mario Jiménez, exigió al PP que "no juegue a la confusión" con el tema del copago, una medida polémica que ninguna comunidad se ha atrevido a imponer.

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