Economía

El Gobierno se queda solo con su reforma y suma dos fiascos en un mes

Las abstenciones ganan a los votos a favor para un texto que se tramitará por la vía de urgencia

el 22 jun 2010 / 19:25 h.

De la Vega y Zapatero, en el Congreso.

No hubo sorpresas en el hemiciclo. El PSOE escenificó ayer su soledad parlamentaria al ser el único partido que apoyó la reforma laboral propuesta por el Gobierno y cuyos votos sirvieron para convalidarla frente a las abstenciones del PP, CiU, PNV, CC, UPyD y UPN y los rechazos de ERC-IU-ICV, BNG y NaBai.

Como ocurrió hace unas semanas tras el debate de medidas de ajuste, que también salió adelante sólo con los votos del PSOE, tras el debate no se escuchó ni un sólo aplauso en la Cámara Baja.

En cualquier caso, todos los grupos parlamentarios respaldaron por unanimidad que el decreto de la reforma laboral sea tramitado como proyecto de ley por el procedimiento de urgencia con el objetivo de que se puedan introducir enmiendas en la tramitación parlamentaria.

En la convalidación del decreto sorprendió ayer la abstención del diputado socialista y ex secretario general de CCOO, Antonio Gutiérrez, que decidió no seguir la directriz del partido.

Gutiérrez consideró que el decreto aprobado por el Gobierno sobre la reforma laboral es "un desaguisado" que "abarata todos los despidos" y aseguró que se trata de una discrepancia "puntual" y que por encima de todo está el respeto a la libertad individual y colectiva.

A este respecto, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró que no está molesto con esta decisión y que siente "mucho" respeto por su opinión. En cualquier caso, fuentes de la cúpula del Grupo Socialista explicaron a Europa Press que activarán hoy mismo la sanción ordinaria prevista en su reglamento interno para estos casos, que prevé una multa cuya cuantía se descontará de la próxima nómina de Gutiérrez.

Antes de la votación en la Cámara Baja, Zapatero calentó el ambiente y reprochó en el Senado al PP "no haber tenido el valor" de poner encima de la mesa su propia propuesta de reforma laboral, y en lugar de eso, limitarse a criticar la del Ejecutivo.

En la sesión de control y en respuesta al portavoz del PP, Pío García Escudero, el presidente le dijo que el Gobierno está "esperando una sola de sus propuestas, una sola de sus medidas" en esta materia.

Asimismo, durante su intervención en el Congreso, el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, aseguró que la reforma laboral favorece directamente a más de 8 millones de parados o trabajadores con un contrato temporal, mientras que mantiene los derechos de otros 11,5 millones de asalariados con contrato estable. Según el ministro, la reforma no abarata el despido, puesto que cualquier trabajador con contrato indefinido percibirá la misma indemnización "antes y después de la reforma".

En este contexto, la portavoz del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, señaló que España necesita una reforma laboral, "pero no la presentada por el Gobierno". No obstante, justificó su abstención porque quiere este debate en el Congreso. "La reforma del Gobierno es la del despido y la que salga de este Parlamento debería ser la del empleo", afirmó entre abucheos de los socialistas.

Su homólogo socialista, José Antonio Alonso, se mostró convencido de la posibilidad de un acuerdo con los grupos, aunque consideró que al PP le importan "un bledo" los trabajadores.

Dentro de las abstenciones, el portavoz de CiU en la Comisión de Trabajo, Carles Campuzano, insistió en que la reforma "no supone una revolución del sistema de relaciones laborales" y dijo que "quedan aspectos sustanciales a debatir" como mejorar la flexibilidad interna de las empresas o las políticas de formación.

Desde el PNV, el diputado nacionalista Emilio Olabarria incidió en que la reforma supone el fracaso del diálogo social, "que en estos momentos está roto", y aseguró que lo que hace es complacer al mercado, "que nadie sabe quién es, ni qué forma tiene, ni a qué dedica el tiempo libre".

El diputado de UPN, Carlos Salvador, afirmó que "llega muy tarde, es insuficiente e incompleta", y además genera incertidumbre hasta que se apruebe definitivamente. Rosa Díez, de UPyD, dijo que la reforma no clarifica ni resuelve los problemas del mercado laboral, ya que mantiene el problema de la dualidad entre fijos y temporales, y no aborda la negociación colectiva o la cobertura de los parados que agotan su prestación.

Desde Coalición Canaria, el diputado José Luis Perestelo añadió que la nueva regulación del despido "no es la más afortunada" y criticó que el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) pueda financiar parte de las indemnizaciones por despido.

Entre los votos en contra, el portavoz de ERC en el Congreso, Joan Ridao, afirmó que es una "contrarreforma" que facilita el despido "exprés" Además, añadió que Zapatero le había admitido personalmente que hay cosas que no están bien en la medida. El portavoz de ICV, Joan Herrera, justificó su voto en contra en que es una reforma "valiente con los débiles" que refleja la "peor parte de la patronal, la que sólo quiere despedir".

La diputada de Nafarroa Bai, Uxue Barkos, subrayó que lo propuesto por el Ejecutivo es consecuencia del fracaso del diálogo social, "responsabilidad que debe ser imputable a todas las patas de la mesa". Para la diputada del BNG Olaia Fernández Dávila la reforma es una "guerra absoluta contra el Estado del Bienestar" y permite a las empresas desvincularse del convenio colectivo.

Mientras, CCOO y UGT alertaron, en un documento enviado a los partidos, de que no actúa sobre la dualidad de la contratación y hace el empleo fijo igual de vulnerable que el temporal.

‘Mafo' carga contra los límites a la temporalidad 

El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, consideró ayer que con más de 4,5 millones de parados es "crucial" que se mantengan "abiertas" todas las oportunidades para crear empleo y en este sentido cuestionó que la reforma laboral haya puesto límites a los contratos temporales.

"Lo más cuestionable de la reforma laboral aprobada por el Gobierno es la imposición de nuevos límites a la temporalidad, sobre todo mientras no se mejore suficientemente la contratación estable", aseguró Fernández Ordóñez durante su comparecencia ante la Comisión de Economía del Congreso.

Otra de las críticas del gobernador a la propuesta del Ejecutivo es que el sistema de negociación colectiva haya quedado fuera de la reforma laboral, porque ello "limita el alcance y eficacia de la misma". La interacción del sistema de negociación colectiva con el sistema de contratación laboral es un "determinante fundamental" de la capacidad de ajuste del mercado de trabajo, insistió Fernández Ordóñez. 

La CEOE ve la medida «insuficiente» 

"Insuficiente" es la valoración que la CEOE y su presidente, Gerardo Díaz Ferrán, hizo ayer de la reforma laboral, que pidió que sea más ambiciosa en flexibilidad interna, negociación colectiva, extinción de los contratos, eliminación total de los despidos de 45 días o la "creciente sindicalización" que el decreto puede producir en las pymes, algo que le "preocupa".

Así, dijo que mantienen "intacta" su voluntad de diálogo pero que "nunca" renunciarán a sus principios.

Además, recriminó al Gobierno que el tiempo "ha dado la razón" a los empresarios.

 

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