Pinche para ampliar.
La participación de Israel estuvo en el aire durante bastante tiempo. No sería hasta noviembre de 1991 cuando el Gobierno judío daba luz verde a la iniciativa y aprobaba un exiguo presupuesto, siete millones de dóloares para plasmar su presencia en la Expo 92. Así lo contaba Antonio Morente el 1 de mayo de 1992 en su reportaje 'El límite es el cielo', sobre un pabellón que intentaba deshacer falsos mitos sobre el país y sus habitantes.