Cultura

El Maestranza agota el papel con Zeffirelli y su ‘Traviata’

El próximo día 11 se estrena una producción de la Ópera de Roma con escenografía de Franco Zeffirelli.

el 07 jun 2010 / 15:48 h.

Tras el masivo Turandot de Puccini, el Teatro de la Maestranza enfila las últimas funciones de su temporada -siete en total entre el 11 y el 20 de junio- con otro título que ha hecho reventar la taquilla, La Traviata, de Giuseppe Verdi, en la mítica puesta en escena del cineasta y escenógrafo italiano Franco Zeffirelli.

El horizonte futuro se prevé prolijo en este tipo de propuestas populares que restan presencia internacional al coliseo pero conllevan el favor mayoritario del público. La Traviata de Zefirelli es, a juicio de su asistente en la puesta en escena, Pier Paolo Pacini, "un espectáculo perfecto".

Tras haberse disfrutado en Sevilla en 1992 y 2000 respectivamente, la producción que llega ahora, proveniente de la Ópera de Roma, conlleva todo el oropel y el cartón piedra tan caro a la estética hiperrealista de su autor.

En total serán más de 260 personas las involucradas en llevar a buen puerto un proyecto escénico y musical que tiene tantos apasionados como detractores, a juicio de la duras críticas que hoy reciben los trabajos escénicos de Zeffirelli especialmente en el ámbito germánico. Pacini, quien en su propio trabajo como director escénico asume gran parte del ideario del casi nonagenario maestro, criticó que "en buena parte de centroeuropa se considera la ópera un espectáculo viejo que hay que modernizar mientras que el italiano, "heredero de Visconti", "permanece firme" a su concepción realista de la ópera.

Aquí por el momento el público ha respondido agotando las entradas para todas las representaciones, al frente de las cuales se situará un doble reparto que, según el director artístico y musical del Maestranza, Pedro Halffter, "está igualado por la calidad excepcional de las voces contratadas".

De un lado Norah Amsellem y Teodor Illincai y de otro Mariola Cantarero e Ismael Jordi, un conjunto de artistas muy diferentes entre sí que aseguran dos acercamientos enriquecedoramente distintos a la partitura de Verdi. Amsellem señaló que ésta ópera contiene el papel protagonista femenino más romántico de todos, por encima de la Mimi de La Boheme porque "muere por amor, y de amor; lo da todo. Por eso siempre es actual y se puede representar como una drogadicta en un hospital o como una mujer sumisa", en función de la óptica escénica desde la que se aborde la historia de Traviata. Para Amsellem además ésta producción es "la más hermosa" que ha interpretado nunca: "Es bella de principio a fin; como una línea que no decae nunca", aseguró.

A su lado, el tenor rumano Teodor Ilincai, consideró que el papel de Alfredo es el "más importante de Verdi, porque es un personaje que no siempre es el mismo, es un romántico, un hombre poderoso, un enamorado y una persona que sufre", y añadió que, en el caso de esta obra, es muy importante que cuente con un director musical italiano "algo que viene marcado por la propia tradición".


En el lado de los rivales, la soprano Mariola Cantarero, que debuta el papel en Sevilla, confesó que anteriormente rechazó varias ofertas para interpretar este rol por la enorme responsabilidad que supone -"lo han cantado las más grandes", recordó-.

Jordi, que se ha metido en la piel de Alfredo en casi una treintena de ocasiones (recientemente lo ha hecho en una muy moderna versión de Willy Decker), calificó de "maravilloso" asistir al debut de Cantarero en esta obra y aseguró que, gracias a cada reparto, el público del Maestranza podrá asistir a "dos Traviatas completamente diferentes".

En el foso dirigiendo a la ROSS se situará el maestro italiano Andrea Licata quien alabó la producción en términos de "lección de maestría teatral" y tuvo palabras de admiración hacia el "maravilloso cuerpo de baile", aquí el Ballet Español de Lucía Real y José el Camborio, quienes tienen que realizar su intervención sobre un escenario con un 10 por ciento de inclinación.

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