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El oro puede estar en plena Ruta de la Plata

el 12 jun 2010 / 21:19 h.

El Betis está a seis puntos de retornar al puesto que perdió hace doce meses y medio, en una mala tarde contra el Valladolid que puso el punto final a una no mala sino nefasta temporada y a un ciclo de diez años en Primera. Esos seis puntos pueden ser menos, quizás los tres que se ponen hoy en juego.

 

En kilómetros son algo más, son los 470 que separan Heliópolis de Salamanca, del estadio Helmántico. Pero ni la distancia ni los cálculos matemáticos importan a los béticos. Más de 4.000 recorrerán la Ruta de la Plata y más de 5.000 estarán hoy al final del camino, en el campo charro, porque allí, en el mejor de los casos, quizás asistan a uno de esos episodios que luego quedan para siempre en la memoria del club al que aman.

En su memoria, al fin y al cabo. No es fácil, porque el Betis necesita ganar al Salamanca y que ni el Hércules ni el Cartagena venzan al Rayo y al Recreativo, respectivamente, pero la posibilidad está ahí y el beticismo, sufrido y fiel, no piensa perdérsela si ocurre. Y si hoy no logra el ascenso matemático, por lo menos puede ganarse el derecho a depender de sí mismo en la última jornada.

Todo para el Betis pasa por vencer al Salamanca de Jorge D'Alessandro, el primer entrenador fichado por Manuel Ruiz de Lopera. Ha transcurrido una vida entera, 18 años ni más ni menos, pero he aquí que el Betis vuelve a estar donde estaba entonces: en Segunda. Se aproximan los verdiblancos a la salida del agujero negro, pero como queda dicho, no les queda más remedio que volver de Castilla y León con los tres puntos.

La verdad es que el Betis de Víctor Fernández aún no ha perdido fuera de casa (cinco victorias y cuatro empates en sus nueve viajes de la segunda vuelta), que lleva cuatro triunfos consecutivas en los que no ha encajado ni un solo gol (388 minutos en total) y que sólo ha sufrido una derrota en sus diez últimos encuentros, así que sería un momento horrible para romper cualquiera de esas magníficas rachas. Pero al mismo tiempo resulta que el conjunto heliopolitano no gana cinco partidos consecutivos desde la lejanísima campaña 96-97 y que ninguno de los 22 equipos de Segunda ha registrado semejante marca en lo que va de curso, así que...

La complicación de la tarea es evidente, pero más difícil parecía que el Betis tuviese alguna opción tras empatar con el Murcia y colocarse a seis puntos del ascenso y, sin embargo, la vida ha dado una vuelta impensable en sólo cuatro jornadas. Víctor, además, cuenta hoy con un importantísimo elemento del que ha carecido en el último mes y medio: Sergio García. Es decir, el máximo goleador del Betis. El catalán no sólo está recuperado, sino que anda deseoso de ser titular, y por ahí le entra la duda al míster, que duda entre arriesgarse o recurrir a Jonathan Pereira, renqueante de la cadera en las últimas semanas pero determinante en citas como la del Nástic o el Numancia. Todo lo demás será igual a lo que alineó el pasado sábado. Para qué cambiar, ¿no?

El Betis, que llegó a Salamanca en la tarde noche de ayer tras un plácido viaje en autobús, se ha encontrado en la bella ciudad universitaria con temperaturas templadas y lluvia. Hoy le espera un enemigo que lleva cuatro jornadas sin perder en las que sólo ha encajado un gol (y de penalti), pero el ascenso es el ascenso. Es el tesoro que el Betis lleva buscando desde aquel negro 31 de mayo y esta tarde, en plena Ruta de la Plata, quizás lo encuentre.

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