Ocurrió hace cuatro años en Triana, y ya entonces la vecina incívica fue identificada y multada con 120 euros por dejar las bolsas fuera del contenedor en el antiguo punto de recogida. Ahora la imagen se repite en la calle Guanahani, en el barrio de San José Obrero, cuyos habitantes denuncian que algunos residentes, para evitar andar un poco más hasta el nuevo emplazamiento de los cubos, depositan los residuos en el primer lugar que pillan.
Los vecinos explican que los contendores se retiraron de la calle Guanahani hace medio año aproximadamente. En su lugar se instalaron en la cercana avenida del Pueblo Saharahui y en la calle Arroyo. Dese entonces han detectado un comportamiento inadecuado en determinados residentes de la zona, como muestran las imágenes de este reportaje. Bolsas en plena acera, junto a las farolas, bajo las papeleras o bien al lado de los contenedores de recogida de ropa. La mala imagen se agrava estos días de calor con el mal olor que desprenden los desperdicios acumulados a cualquier hora del día en plena calle.
El hartazgo vecinal ha llegado a tal nivel que alguno ha colocado una pancarta llamando al civismo de los residentes. En una de las farolas de la calle Guanahani, sobre la papelera, se puede leer lo siguiente:"Bolsas de basura dentro de su contenedor. Por favor, respeten normas cívicas. Gracias". Las quejas se han trasladado a los servicios de limpieza de Lipasam, argumentando que la situación se hace insostenible, sobre todo ahora con el calor. Las respuestas dadas por la empresa municipal no terminan de convencer a los vecinos. Aseguran que desde Lipasam se les explica que el cambio de contenedores obedece al nuevo sistema de recogida cuyos camiones, de grandes dimensiones, no pueden acceder a la calle Guanahani. Los residentes responden que es "totalmente falso", pues la vía es amplia. Para ellos el verdadero motivo es la doble fila de aparcamiento que impide el paso de los vehículos habilitados para la recolección de la basura en esta zona próxima a Santa Justa.
Manuel Ferrer, presidente de la entidad vecinal El Triángulo, señala que hace dos meses también hubo problemas con un contenedor localizado en el número 114 de la calle Arroyo. "Dimos queja al distrito porque había una frutería próxima y la basura ocupaba tres aparcamientos". Ferrer indica que "tras ser aprobado por el distrito, el cubo se trasladó un poco más arriba, más allá del semáforo", apuntó.
Excrementos y hojas. Pero los problemas de limpieza en esta barriada no se reducen a las bolsas de basura y su mal depósito. Los vecinos critican falta de limpieza en la mayoría de las calles, donde a diario se acumulan excrementos de perros y hojarasca de los árboles, que "se llevan semanas y semanas sin que nadie los recoja", por eso piden al Consistorio más atención para el barrio, "reforzando los servicios de limpieza".No obstante, el portavoz vecinal señaló que en la calle Arroyo está controlada "de momento" la proliferación de palomas que hace unos meses puso en peligro la salubridad del barrio y la conservación de sus edificios.
