El PP-A acata el frenazo de Rajoy y pospone la sucesión de Zoido

La dirección regional del Partido Popular renuncia a precipitar el congreso extraordinario que decidirá al sucesor de Juan Ignacio Zoido y lo aplaza a enero

el 28 nov 2013 / 21:24 h.

209050888094068 Es complicado entender los vaivenes que está dando el PP andaluz para designar a su próximo líder y candidato en las elecciones autonómicas. Cualquier manual político aconseja medir bien los tiempos, sobre todo cuando de sucesiones y crisis internas de los partidos se trata, y el PP está haciendo todo lo contrario de lo que se supone que debería hacer o está teniendo la mala suerte de que nada le salga como querría. Ayer los populares andaluces escribieron un nuevo capítulo en la alocada carrera por la sucesión de Juan Ignacio Zoido que abrieron hace una semana, cuando dieron a entender que sería de forma inminente. Ahora han acuñado un nuevo lema, del “cuanto antes mejor” a “las prisas no son buenas consejeras”. En medio, el presidente del PP, Mariano Rajoy, se encargó personalmente el lunes de enfriar un relevo que en Andalucía ya habían dado por hecho. El congreso regional previsto para relevar en la cúpula del partido a Zoido, que lleva año y medio –desde que fue nombrado– diciendo que se quiere ir, no será a mediados de diciembre, como habían indicado desde la dirección del partido en Andalucía. Tampoco antes de que acabe el año. Ahora, según fuentes del PP andaluz, la fecha prevista es enero. Tampoco hay tanta seguridad en que el candidato sea el secretario general del partido, José Luis Sanz. Si en un primer momento hubo sectores que dieron por hecho que quien de verdad ha llevado las riendas del partido desde la marcha de Javier Arenas era el candidato natural y el elegido por Génova, ahora –tras el rechazo mostrado por los dirigentes del PP en Málaga o Cádiz– todos muestran más reservas. Lo cierto es que no se sabe si es por proteger a Sanz de los envites internos, como explican algunas fuentes populares, o porque su perfil despierta algún recelo en la dirección nacional del partido y no concita unanimidad, como apuntan otros. Si las imágenes valen tanto como las palabras, ayer Zoido se paseó por el Parlamento andaluz con Sanz. Trató, como siempre, de evitar a los periodistas pero esta vez no lo consiguió del todo. Eso sí, siguió en su técnica –como él admitió– de “no dar titulares”. Poco antes, Sanz había intervenido en una entrevista en Onda Cero en la que ya había dado por hecho que no habrá congreso extraordinario antes de final de año. “No hay plazo suficiente ya”, apuntó. Sanz insistió en que esto no supone ningún cambio en la hoja de ruta prevista y defendió que lo que sí habrá “en los próximos días” será una Junta Directiva regional que convocará ese cónclave. Sobre si él será el candidato, el también alcalde de Tomares (Sevilla) mareó la perdiz, aunque él ya ha presentado públicamente sus credenciales para el puesto y no oculta que tiene aspiraciones. “Son muchos candidatos los que aparecen en las quinielas y todos tienen muchas cualidades”, apuntó. El alcalde de Sevilla, que protagonizó frente a Susana Díaz una sesión de control mucho más crispada de lo habitual y centrada en su relevo político, no quiso tampoco añadir nada más. En un corrillo con los periodistas evitó señalar ningún nombre. “Yo veo muchos nombres, demasiados”, ironizó, para pedir a continuación “respeto” y que no se haga “daño” a nadie. Esta situación de crisis interna es nueva para el PP en Andalucía, que llevaba años acostumbrado a que nadie pusiera en duda el liderazgo de Javier Arenas y las decisiones que él adoptaba para el partido. Esa autoridad no se erosionó pese a las sucesivas derrotas electorales. La paradoja es que ha sido justo cuando el PP andaluz ha conseguido ganar en las urnas cuando el partido se ha desecho. La retirada de Arenas, tras no conseguir el Gobierno, forzó la designación de Zoido. Él nunca tuvo aspiraciones y no lo ha ocultado, generando una situación de interinidad y falta de liderazgo que ha debilitado al partido de la oposición en su mejor momento en términos electorales e institucionales (gobierna en las ocho capitales y en cinco diputaciones). Los últimos días evidencian todo este caos. La cúpula del PP se trasladó a Córdoba al comenzar noviembre. Muchos vieron un gesto de la secretaria general,María Dolores de Cospedal, para abrir el relevo y lanzar como candidato al alcalde de la ciudad, José Antonio Nieto. Hace una semana, el PP anunció un congreso inminente y dieron por hecho que Sanz iba a ser el elegido. El lunes, Rajoy dio un frenazo en seco y desautorizó la operación. En el PP andaluz ya no se sabe quien manda. Con Zoido tocó ayer refrán en vez de titular: “Camarón que se duerme, se lo lleva la corriente”.

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