Cultura

«El problema es que no nos resignamos a la muerte»

"Ahora, cuando me vaya a morir dentro de nada, que estoy ya con un pie en la sepultura, habrá un revival de mi poesía; estoy casi deseando morirme para verlo desde el otro mundo", dijo el escritor y académico Álvaro Pombo en la reciente presentación en Sevilla de sus dos últimos libros, una novela y un poemario.

el 15 sep 2009 / 22:18 h.

"Ahora, cuando me vaya a morir dentro de nada, que estoy ya con un pie en la sepultura, habrá un revival de mi poesía; estoy casi deseando morirme para verlo desde el otro mundo", dijo el escritor y académico Álvaro Pombo en la reciente presentación en Sevilla de sus dos últimos libros, una novela y un poemario.

Los enunciados protocolarios (Fundación José Manuel Lara) es su quinto libro de poemas y Virginia o el interior del mundo (Planeta) es la primera novela que publica desde que obtuvo el Planeta, y ambos le llevaron a hablar, en conferencia de prensa, de la muerte, unas veces con humor, como al aventurar el próximo revival de su poesía, y otras serio: "El problema es que no nos resignamos a la muerte", dijo.

Ni a la muerte propia ni a la de los seres queridos, de ahí "la vocación profunda y fracasada de nuestra naturaleza" que lleva a vanos intentos de comunicar con los difuntos, como sucede en su última novela, cuando una sesión de espiritismo determinará el desenlace de la obra. "El espiritismo es una farsa", dijo el escritor, quien señaló que él nunca convocaría a ningún espíritu porque no cree en ellos, aunque, lamentó: "Uno se ha quedado siempre sin decir la última palabra a las personas próximas cuando se mueren".

Pese a ser un descreído de los contactos de ultratumba, Pombo criticó a "un cura extraordinariamente vanidoso, de Barbastro, que es exorcista y que ha dicho que están endemoniados o en el camino de la endemonización quienes participan en estas sesiones".

Virginia o el interior del mundo transcurre en su Santander natal, cuando el Palacio de la Magdalena aún funcionaba como residencia regia y la protagonista, una joven soltera y enriquecida, culpa al Rey de la muerte de su amado, el hijo de su cocinera.

Un solo poema. El escritor aseguró que, al igual que hace con sus versos, dicta sus novelas, por lo que advirtió de que "pueden crear confusión si se leen sin oírlas", mientras que definió Los enunciados protocolarios como "un solo poema de amor, que se puede leer de un tirón; poesía oral; es sobre un amor humano, no ultraterreno, intramundano, humilde, por lo que valga". El narrador y poeta admitió que el humor y el viaje está presente en estos versos porque "el amor es unificante; uno viaja con la imagen de la persona amada en la cabeza y en el móvil y hasta la integra en el paisaje".

Sobre el humor consideró, con Adorno, que "es la disonancia del arte moderno", y admitió ser casi un desconocido como poeta y que su poesía, a diferencia de sus novelas, tiene poca difusión, hecho que no lamenta en absoluto porque, aseguró, "lo que es realmente divertido es escribir".

Ana Gavín, del Grupo Planeta, agradeció al autor que hubiera publicado este poemario en Vandalia porque se trata de un libro que "tenía muchos novios", a lo que Pombo contestó exclamando con su humor característico: "¡Yo no tengo ningún novio!".

  • 1