El alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, ha anunciado que la Sala Cantarera del Real Alcázar, que se encuentra ubicada dentro del Palacio Gótico, que fue redecorada en tiempos de Felipe II y que cuenta con una magnífica azulejería obra que realizara Cristóbal de Augusta en el año 1577, ha sido habilitada como espacio expositivo.
En un comunicado, Zoido ha manifestado que "hasta la fecha, la Sala Cantarera se venía utilizando como almacén de apoyo, gracias al remozamiento que se le ha hecho a dicha Sala, se recupera una parte no visitable del Palacio Gótico y por tanto ponemos en valor, un espacio no visible hasta ahora por las visitas turísticas que se acercan al Alcázar".
Por otro lado, el primer edil ha indicado que "durante el próximo mes de mayo y junio, en concreto, desde el 7 de mayo hasta el 14 de junio, la Sala Cantarera acogerá una exposición sobre códices, atlas y breviarios de la colección Moleiro".
Asimismo, ha recordado que ya en el Alcázar se celebró, en concreto, la Sala Alta Apeadero acogió, una exposición sobre el Breviario de Isabel la Católica perteneciente también a la colección Moleiro, "con magnífica aceptación de asistencia".
Por último, Zoido ha destacado que junto con la Sala Alta del Apeadero, que se adecuó como sala permanente de exposiciones el pasado mes de octubre, y ahora con la adecuación de la Sala Cantarera, el Real Alcázar "se convierte en un centro de exposiciones permanente de primer nivel".
EXPOSICION TESOROS OCULTOS, DE LA COLECCION MOLEIRO Así las cosas, acorde con el nivel artístico e histórico de un monumento como el Real Alcázar de Sevilla, la recién restaurada sala Cantarera se abrirá al público como templo de la cultura universal con una muestra sobre el Breviario de Isabel la Católica perteneciente a la colección Moleiro.
Con todo, sus zócalos de azulejería acogerán "el arte y el saber más refinado" de la Europa medieval y el mundo árabe que lindaba con sus fronteras, de manera que del 7 de mayo al 14 de junio de 2015 habitarán en este espacio más de una veintena de clones de los códices más valiosos que se pintaron entre los siglos X y XVI.