La tradición de los Reyes Magos se ha dado este año también a la inversa. La lotería del Niño ha sorprendido a Melchor con un regalo de 100.000 euros. Se trata del periodista Carlos Medina quien, un día después de representar en Cádiz a este mago de Oriente, ganó un primer premio a medias con un vecino de Tarrasa (Barcelona).
La suerte le sonrió después de repartir miles de caramelos entre los niños gaditanos en la tradicional cabalgata del 5 de enero. Cuando conoció la noticia aún tenía agujetas de lanzar estas golosinas. Ni siquiera sabía que había sido uno de los afortunados en el sorteo. Fue su amigo, Arturo Pecharromán, quien le envió un mensaje por el móvil en el que le decía que le había tocado el premio con el número 28.920. "No me hubiese dado cuenta porque yo compro mucha lotería pero pierdo los décimos o no sé dénde están. Generalmente, caducan y yo ni me entero", explicó el agraciado. Hace dos años, conoció en un crucero por el Mediterráneo a este amigo, con el que volvió a coincidir en Cádiz el pasado 19 de diciembre justo cuando fue proclamado Rey Mago en el Palacio de Congresos.
Fue ese día cuando Medina le pidió un décimo para la Navidad y otro para la lotería del Niño, que finalmente decidieron compartir. No podía imaginarse por aquel entonces que ese número iba a valer 200.000 euros. Ni siquiera pudo asimilarlo cuando recibió por primera vez la noticia. "Yo no me lo creía en absoluto", explicó el periodista, quien señaló que sintió "una gran alegría".
Cuando supo que sería rey mago pensaba que su saco estaría lleno de regalos para los niños pero no que uno de ellos estaba reservado para él mismo. La fortuna le ha sonreído desde entonces porque, además, ha ganado 80 euros de otros décimos que compró en Cádiz. Aunque Medina insiste: "La mayor suerte es tener salud, trabajo y tres hijos maravillosos". De hecho, dos de ellos le acompañaron en la cabalgata como sus pajes. Eso sí, el periodista espera que la buena racha continúe este año con el ascenso de su equipo, el Cádiz.
Estas navidades serán inolvidables para él por el premio gordo y por la experiencia mágica que vivió durante las horas que encarnó la figura del rey Melchor. El momento más duro, según dijo, fue cuando visitó en el hospital Puerta del Mar a los niños enfermos y a los mayores en las residencias Alvernia y José Matía Calvo, a los que intentó dar ánimos para el año nuevo.
