El rejoneador sevillano Antonio Ignacio Vargas ha aparecido muerto esta tarde en su finca Puerta Príncipe, del término municipal de Carmona en la que se dedicaba a la cría y la doma de caballos de pura raza. La muerte, que ha tenido carácter violento, se habría producido por un arma de fuego. Aunque aún no han trascendido más detalles del trágico suceso, algunas fuentes apuntan que Vargas arrastraba una fuerte depresión desde hace tiempo.
Antonio Ignacio Vargas estaba casado con una hija del mítico diestro venezolano César Girón y era padre de César, joven matador de toros que tomó el apellido materno para anunciarse en los carteles. Rejoneador de fama que vivió su plenitud profesional en los años 70 y 80, su nombre había recuperado cierta notoriedad en los últimos tiempos al convertirse en el comentarista habitual de los festejos ecuestres retransmitidos por Canal Sur.
El rejoneador, que ya se encontraba retirado de la profesión, nació en la localidad sevillana de Puebla de Cazalla en 1948. Su debut en público se produjo el 16 de agosto de 1964 y se presenta en Madrid como profesional el 1 de septiembre de 1968. En 1980 ganó el trofeo al mejor rejoneador de la Feria de Abril que concede la Real Maestranza de Caballería, en cuya plaza actuó por última vez en la feria de 1999, permaneciendo en activo hasta el año siguiente. Está previsto que su cuerpo sea trasladado al Tanatorio de San Jerónimo, en la capital sevillana.