En una rueda de prensa en el hospital USP San José de Madrid, el doctor aseguró que la operación se prolongó durante dos horas y cuarto con unos resultados "muy satisfactorios", y tras permanecer ocho horas en la UCI en observación, el Rey subió a una habitación donde esta misma tarde comenzará su primera sesión de fisioterapia.
La previsión es que el monarca permanezca hospitalizado cuatro o cinco días, que en una semana o diez días pueda recuperar su actividad de despacho y que en uno o dos meses pueda realizar todo tipo de actividades físicas.
El doctor Villamor detalló que don Juan Carlos se produjo la fractura de cadera cuando cayó al suelo la madrugada del jueves al viernes, en torno a las cuatro de la mañana, al tropezarse con un escalón.
Fue trasladado a España en un avión privado, en un vuelo que duró unas siete u ocho horas, y durante el cual recibió tratamiento analgésico. Durante el trayecto, el monarca pudo venir sentado y a su llegada a Madrid fue trasladado al hospital donde fue operado esta pasada madrugada.
El traslado del Rey Don Juan Carlos a España para ser intervenido por la rotura de cadera que sufrió la madrugada del jueves al viernes durante su estancia en Botsuana para participar en una cacería se produjo en el jet privado que había sido fletado para el grupo de cazadores, según fuentes de Zarzuela.
El Rey viajó a Botsuana, por tanto, acompañado de otros cazadores, pero regresó únicamente en compañía del médico de Zarzuela que viajaba con él, además de sus guardaspaldas, han precisado las mismas fuentes.
El jefe del equipo médico de la Casa del Rey, Avelino Barros, que ha comparecido ante los medios de comunicación en el hospital USP San José junto al cirujano que ha operado a Don Juan Carlos, Ángel Villamor, ha indicado que el monarca sufrió una caída al tropezar al bajar un escalón entre las cuatro y las cinco de la madrugada.
A continuación, contactó con el doctor Villamor, quien le indicó que tenía que trasladarse a Madrid, y así hizo. En Botsuana sólo se le suministraron analgésicos para el dolor, para "venir lo más cómodo posible", ha precisado Barros, al tiempo que ha apuntado que "no hizo falta ninguna cosa especial" para el traslado y el Rey "pudo venir sentado perfectamente" durante las siete u ocho horas que duró el vuelo.
