Imagen del pleno sin la presencia de los grupos de la oposición.
No lo pueden ni ver. Ni PSOE ni IU tragan a José Barranca desde que el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, lo nombró director de la Oficina del Defensor del Ciudadano. Tampoco ayudó mucho la carta con la que, en 2006, apoyaba el discurso del general José Mena, que barajaba la posible intervención del Ejército en pleno debate del Estatuto de Cataluña. Su elección hizo que PSOE e IU abandonaran la Oficina del Defensor del Ciudadano. Tras cinco meses separados, Barranca y la oposición se iban a ver de nuevo las caras en el pleno. Pero no dio ni para un cruce de miradas: los antaños socios de gobierno no dejaron lugar ni a presentar la memoria de ese órgano en 2011 y dejaron las bancadas vacías.Sólo dio tiempo a que se subiera al atril. Pero quién hablo primero fue el portavoz municipal de IU, Antonio Rodrigo Torrijos. "No vamos a formar parte de este despropósito", justificó para levantarse de la bancada, al igual que hizo segundos después el portavoz del PSOE, Juan Espadas, con todo su equipo.
Sin embargo, el dirigente socialista razonó algo más su marcha del pleno, indicando que era como protesta a la negativa del alcalde "de sentarnos a negociar un candidato alternativo". Uno a uno abandonaron el pleno, con Torrijos primero y después Espadas. Fuera del salón de plenos, la oposición daba más explicaciones a su plantón: desde un acto de rebeldía a las "actitudes antidemocráticas" de Barranca y hasta la elaboración de una memoria que, a su juicio, sólo criticaba la gestión el anterior gobierno (PSOE-IU) y loaba el relevo al frente de la Alcaldía.
Mientras, en el interior de la sala, Barranca hacía lectura de tal memoria, donde precisó los 195 expedientes tramitados en 2011 e incidió en el papel que debe adoptar el sevillano "para mejorar la ciudad", ante la situación anómala de una bancada de sillas sin ediles y otra, las del gobierno, llenas.El PP no dejó pasar esta oportunidad y atacó con dureza la espantada de la oposición. Tanto su portavoz, Juan Bueno, como el alcalde, Juan Ignacio Zoido, tildaron la marcha de PSOE e IU como "la forma más antidemocrática de rebatir los argumentos de Barranca", sin caer en la cuenta de que eso mismo, lo de abandonar un pleno, lo hizo hace sólo un mes su partido en la Diputación de Sevilla.
Hasta el alcalde dejó su silla vacía en alguna ocasión hace dos años en el Parlamento andaluz. Bueno hasta asoció la retirada de los dos grupos de la oposición al pacto que ambas fuerzas han suscrito para gobernar en Andalucía. "Su ausencia es un desprecio a Sevilla y a los sevillanos", señaló en un discurso alentado con palmeos contra la mesa por los concejales del PP.
El alcalde, mientras tanto, se dedicó más en felicitar la "neutralidad" de Barranca e "invitar" a que la oposición regrese a la Oficina del Defensor del Ciudadano.Entretanto, Barranca se había encargado de declarar su "amor profundo a la democracia" y alentar que su "única ideología es la defensa a ultranza de los sevillanos". "No soy diestro ni siniestro, soy de Sevilla", enarbolaba en un discurso en el que no se olvidó de hacer referencia a su apoyo a la Constitución y, como no, lanzar su dardito por el plantón, al señalar que, con esta actitud, "cada uno ha quedado en su sitio".