El Senado decidió ayer continuar adelante con la renovación del Tribunal Constitucional (TC) al admitir los candidatos designados en su día por los parlamentos autonómicos, aunque rechazó a dos de ellos, Juan Carlos Campo, el aspirante de Andalucía, y Enrique López, uno de los dos propuestos por las regiones del PP. La Mesa de la Cámara Alta tuvo en cuenta para adoptar esta decisión el informe elaborado por los servicios jurídicos del Senado, a propuesta del Partido Popular, que desaconseja consultar a las autonomías si, dos años y medio después de hacer sus propuestas, mantenían o no a los candidatos designados.
De los 23 nombres propuestos por las autonomías, los miembros de la Mesa rechazaron a López y Campo porque no cumplen con el requisito de haber permanecido 15 años de ejercicio profesional como juez, al no haber computado el tiempo que ambos estuvieron destinados en servicios especiales. La decisión, en contra de lo que es habitual, se adoptó por mayoría, según explicó al término de la reunión el vicepresidente, Isidre Molas.
El portavoz del PP en la Cámara Alta, Pío García Escudero, anunció que su grupo recurrirá la decisión de considerar no "idóneo" como candidato al TC al ex portavoz del Consejo General del Poder Judicial Enrique López, cuya candidatura fue votada por los parlamentos de Madrid, Extremadura, Castilla y León, Cantabria y La Rioja. El Senado se dirigirá ahora a estos parlamentos, así como al de Andalucía, de donde procede la candidatura del secretario de Estado de Justicia, Juan Carlos Campo, para pedirles que designen otros nombres, para lo que dispondrán un plazo que concluye el 29 de junio.
Todos los grupos parlamentarios del Senado, a excepción del PP, apoyaron ayer las conclusiones del informe de los servicios jurídicos y optaron por seguir adelante con la renovación. El PP criticó que el PSOE haya decidido "aplicar el rodillo en el Senado" para acelerar la renovación.
