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El Sevilla se divierte con el Granada (4-0)

CRÓNICA. Goleó a los de Caparrós y avisa al Espanyol de que va en serio. (VÍDEO)

el 14 ene 2015 / 23:51 h.

Sevilla 4 - 0 Granada All Goals and Full... por ViralDailyTV El Sevilla ha sellado esta noche su pase a los cuartos de final de la Copa del Rey tras dar buena cuenta de un paupérrimo Granada que anduvo más pendiente de solucionar su crisis en la Liga que en intentar la machada de remontar la eliminatoria. Una primer mitad espectacular y dos goles de Gameiro y Aspas antes de la primera media hora despejaron cualquier duda. El Sevilla se divirtió jugando un fútbol preciosista, de toque continuo y con una verticalidad arriba de categoría. Todos esos argumentos encerraron al Granada en su área. Roberto se desgañitaba dando órdenes a la retaguardia, Caparrós desde la banda se temía lo peor, Emery disfrutaba de los suyos, Coke se gustaba como mediocentro y Kolo vivía sus minutos más tranquilos desde que viste de sevillista. Ni los cambios de Unai (Iborra y Arribas descansaron, junto a Bacca, Reyes, Beto y Vitolo) ofrecieron posibilidad alguna al conjunto nazarí. Ni cinco minutos tardó el Sevilla en dejar claro lo que se proponía. En esos minutos, los de Unai Emery sacaron tres córneres seguidos y casi marcan por mediación de Aspas, que tiró fuera estando solo. En ese rato, al Granada le faltó un par de metros para meterse junto a los Biris en el Gol Norte. No podía recular más. Gameiro y Aspas, ambos titulares, se reivindicaron dos remates a la primera de calidad. El francés culminó un gran pase de Fernando Navarro anticipándose a la defensa y girando con clase el tobillo y el gallego cabeceó de espaldas hacia el segundo palo una falta muy bien ejecutada por Deulofeu, otro de los triunfadores de la noche. El Sevilla completó unos primeros 45 minutos de juego combinativo de calidad, garra en la presión y una verticalidad arriba que demuestra que su ataque, sin hombres como Reyes, Vitolo o Bacca es demoledor. Tras el descanso, el ímpetu sevillista decayó. Pero las ganas de Aspas y Gameiro y la tremenda calidad de Deulofeu, quien cada vez hace más difícil entender el ostracismo al que le tiene condenado Emery, hacían pensar que algo más podía pasar. El catalán demuestra en cada rato que juega que, aunque sus prestaciones puedan ser mejorables en líneas generales, tiene la capacidad de ser determinante en cualquier encuentro. Y eso vale mucho en el fútbol. Deulofeu es desequilibrante en el regate ante cualquier marcador, ejecuta las faltas con suma precisión y dispara a puerta siempre con fuerza e intención. Un talento que el debería saber aprovechar al máximo. El Granada creyó, ingenuo, que el Sevilla había echado el freno de mano. Pero lo cierto es que, aunque habían bajado el ritmo los de Unai, el Granada sufría una tortura que mascullaba desde que eliminara al Córdoba. Caparrós, cabizbajo, le daba vueltas a la cabeza, como pensando dónde estará escrita la fórmula para hacer funcionar a este Granada colista de Primera y con serios síntomas de descomposición. Aun así, el Sevilla marcó el tercero y el cuarto. Gameiro completó su doblete gracias a Roberto. El francés que tiró fuerte desde la esquina del área y el portero puso las manos blandas. Poco después, Denis remataba con la zurda una larga jugada de Diogo, Gameiro y Aspas. Las dos jugadas resumieron la incompetencia del Granada en la eliminatoria y la tremenda superioridad de un Sevilla dispuesto a hacer mucho ruido en la Copa. Ahora, a por el Espanyol.

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